Santa Teresa de Jesús (1515-1582)

Éxtasis de Santa Teresa,Gian Lorenzo Bernini (1647 – 1651)

 

Teresa Sánchez Cepeda Dávila y Ahumada, nació en Ávila, Castilla la Vieja, el 28 de marzo de 1515; y murió en Alba de Tormes, el 4 de octubre de 1582. Fue  una religiosa, doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora española, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo.

Al año siguiente de de estar en la orden enfermó gravemente, teniendo que soportar una larga convalecencia, teniendo una salud siempre muy pobre. Durante estos años de sufrimientos empezó la práctica de la oración mental, pero, temiendo que  las visitas frecuentes de alguno parientes  la hicieran indigna de las gracias que Dios le concedía por medio de la oración, abandonó esta práctica, hasta que fue influenciada por los dominicos y los jesuitas.

Tras este momentaneo abandono de la oración, Dios empezó a visitarla con “visiones intelectuales y locuciones”, en las que sus sentidos no eran para nada afectados, pues veía las imágenes y escuchaba las palabras en su mente, que además  la alentaban y fortalecían para poder sobrellevar sus pruebas, reprendida   por su falta de fe. Incapaz de reconciliar estas gracias recibidas con sus defectos, los cuales su delicada conciencia le hacía ver como grandes faltas, recurrió no sólo a los confesores más espirituales que encontraba, sino también a algunos santos laicos, los cuales, al no saber que los relatos que ella les hacia de sus pecados eran bastante exagerados, creyeron que eran obra del maligno. Cuanto más ella luchaba por rechazarlos, tanto más Dios obraba maravillosamente en su alma. Toda la ciudad de Ávila vivía inquieta a causa de los informes acerca de las visiones de esta monja. Se le pidió a San Francisco de Borja y San Pedro de Alcántara, y después a varios dominicos (particularmente a Pedro Ibáñez y a Domingo Bañez), jesuitas, y a otros religiosos y sacerdotes seculares, discernir la obra de Dios y guiarla por un camino seguro.

Los relatos contenidos en su “Autobiografía” nos vuenta los misterios acerca de su vida espiritual conforman una de las biografías espirituales más importantes, además de aparecer  las extraordinarias manifestaciones, como la transverberación del corazón que experimentó, sus desposorios espirituales, y su matrimonio místico. Una visión en la que vio, el lugar en el infierno que le era destinado si no fuera fiel a las gracias recibidas, hizo que se determinara a llevar una vida más perfecta. Después de muchos problemas y oposiciones, Santa Teresa fundó el convento de Monjas de Carmelitas Descalzas de la Antigua Observancia de la Regla de San José de Ávila (24 de agosto de 1562).

El lugar de Santa Teresa entre los escritores de teología mística no tiene comparación. En sus escritos sobre este tema, narra sus experiencias personales, las cuales, gracias a una visión profunda y a un don analítico, explica con claridad. El substrato tomista puede remontarse a la influencia de sus confesores y directores, muchos de los cuales pertenecían a la orden dominica. Ella no tuvo ninguna intención de fundar una escuela, y no existe vestigio alguno en sus escritos de algún tipo de influencia  de las escuelas de mística patrística o escolástica, como se puede ver entre otros  místicos.  Ella es intensamente personal, su sistema va exactamente hasta donde sus experiencias llegan, no dando un paso más allá.


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