Es inimaginable que yo hace unos años pudiera ni si quiera plantearme el imaginar cuanto cambiaría nuestro mundo, nuestra sociedad… Inpensable el pensar que nuestra sociedad se vería convertida hoy en una sociedad que vive por y para internet.
Digo esto porque ¿quien recuerda por ejemplo los inicios de la televisión?, esos inicios en los que las cadenas tenían unos contenidos limitados, que se ofrecían con el destino de, tras pasar por la pantalla pequeña, acabar en la basura, en el olvido, formando directamente parte del pasado. Y es que esos contenidos tenían una fecha y hora de emisión, y… o los veías en ese momento… o ya no podrías verlos. Eran tiempos en los que la televisión ni si quiera emitía todo el día ya que no tenían contenidos suficientes, tiempos en los que existía un a carta de ajustes, en los que si te interesaban los contenidos que se emitían bien por tí, pero si no te interesaban mal por ti porque es lo que había, no había más, bueno sí, la carta de ajustes.
Hoy en día pasa todo lo contrario. Vivimos para internet, para gastar nuestro tiempo libre en consumir todos los contenidos que seamos capaces, aun sabiendo que nunca conseguiremos verlo todo. Aunque esos contenidos no se nos escapen, aunque sigan estando ahí, esperandote a que tengas tiempo para seguir consumiendo contenidos, muchos de ellos caerán en el olvido para nosotros y no formarán parte de nuestra vida por ser peores que otros. Y me refiero con peores que otros en el sentido de que sólo los mejores contenidos seran victoriosos, serán vistos y oidos. Y esto es algo importante pues, mucha gente de este mundo se dedica a crear productos para que el resto del mundo los consuma, y deben plantearse muy en serio el que sus contenidos formen parte de esos “victoriosos”, que sean contenidos de preferencia para que la gente gaste su tiempo libre, que formen parte de la vida de la gente porque si no es así, da igual que estén en la red siempre disponibles puesto que esa fabulosa característica de la que cuenta el servicio de webcasting no servirá de nada para los contenidos de segunda. En definitiva, quiero reducir todo esto a que la audiencia del futuro, de internet, será para los buenos contenidos, para los que destaquen por encima de otros, o ¿porqué no?, para los que mejor sean vendidos.