El libro no tiene capacidad de quejarse de su deterioro, pero aquel que lo trata mal haciendo anotaciones particulares, arrancando sus hojas, depositándolo en sitios sucios…etc. está maltratando al libro.
El libro es un buen amigo de los usuarios que lo utilizan: le transmite sus conocimientos, le ayuda a documentarse, su lectura le proporciona sabiduría…
El libro, que forma parte de los fondos bibliográficos de una biblioteca universitaria, está a disposición de los usuarios que necesitan utilizarlos.
¿Qué se puede pedir a los usuarios de los libros?
Que no subrayen el texto, que no arranquen las hojas, que no lo dejen en sitios sucios…etc. y en general que no lo maltraten.
La buena conservación del libro será su agradecimiento.