Las piscifactorías están experimentando un gran auge debido a nuestra demanda insaciable de pescado. Los peces de piscifactoría suelen vivir hacinados, lo que los hace vulnerables a las enfermedades. Necesitan grandes cantidades de comida que debe proceder del mar. Los residuos son otro gran problema de la piscicultura: los peces depositan enormes cantidades de fósforo, antibióticos, alimento no digerido y pigmentos directamente en los ecosistemas acuáticos, de manera que las reservas de peces se ven afectadas.
Se necesitan alrededor de 3 kg de peces forraje para producir 1 kg de salmón de piscifactoría. La proporción en el caso del bacalao es de 5:1, y la del atún (el más parecido a la carne) se eleva a 20:1. Para reducir nuestro impacto ecológico de consumo de pescado, debemos comprar pescado orgánico cerfiticado que se cría en condiciones mucho menos intensivas, sin utilizar productos químicos.
Para profundizar sobre éste tema, en el catálogo encontrarás manuales sobre la piscicultura.
Fuente: Joanna Yarrow.