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Brujería

SOSPECHAS y TORTURAS

Jean Bodin decía, “ cuando juzguéis no temáis a nadie, pues el juicio es de Dios”

Un simple rumor público era suficiente para poner en movimiento todo un aparato judicial y su formidable arsenal. Las sospechas de bruja se daban por varios motivos, tanto si una mujer que daba a luz un niño muerto, como una caída de espaldas desde lo alto de una escalera, o el empleo durante una reyerta de expresiones como «el diablo te lleve», o mantener baja la vista cuando se habla de brujería, también por tener un rosario con la cruz roja rota, entre otras cosas. Todo ello era motivo de presunta brujería.

Por ello, cuando una mujer era condenada sospechosa de brujería, raramente era absuelta.  El interrogatorio comenzaba sin recurrir a medios de coacción física, y sin prisa a la hora de someter a una bruja a la tortura, así lo recomienda el Malleus Maleficarum[1]. Durante el interrogatorio, una de las preguntas más frecuentes era si creía en la existencia de brujos. Esta pregunta encerraba una trampa, ya que si respondía que no era como negar la existencia del Diablo, y por el contrario, si responde que si  daba paso a otra pregunta como, ¿A quiénes conoces y cómo?

Una vez terminado el interrogatorio, si el resultado no había sido el deseado, se proseguía a diferentes actos como podían ser, mantener a la presunta acusada de bruja en una habitación cercana a otra en la que se simularan gritos de horror, para tratar de atacar psicológicamente a la supuesta bruja y se declare.

Pero si el interrogatorio afirmaba las sospechas, se procedía a la tortura. Se llevaban a cabo torturas como, la acusada era atada de pies y manos y se le hacía beber más de nueve litros de agua, para empezar. También se procedía al calentamiento de los pies o se les introducían puntas de hierro entre las uñas y la carne, esta última estaba catalogada como, la más excelente de todas las molestias. Llegados a este punto destacaremos que, las formas de tortura varían de un lugar a otro.


[1] Probablemente el tratado más importante que se haya publicado en el contexto de la persecución de brujas y del nerviosismo brujeril del Renacimiento.