Toreomanía

¡Qué pena! Quiero decir que vuestra prima Henrietta ya no nos traerá más esos pequeños toros españoles de recuerdo.

¿Podemos hablar de una cierta toreo-manía en el Reino Unido? Sin duda, la multiplicación de las corridas de toros en los años 60 y 70 se debió, además de la aparición de El Cordobés, a la llegada de turistas deseosos de ver ese espectáculo tan genuinamente español. Estaría bien poder preguntarles si lo que buscaban era el morbo o el arte. O ambas cosas.

Carl Giles, Daily Express, 6-5-1971


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