Hoy es uno de esos días en los que me arrepiento por no haber estudiado francés en el colegio ¿Por qué elegiría Laboratorio de Física y Química en vez de la lengua de Voltaire y Montesquieu? Bueno, al menos aprendí qué carajo es el Principio de Arquímedes.
Digo todo esto porque he descubierto una fantástica revista electrónica dedicada a asuntos europeos… que lamentablemente para mí está en francés. Se llama Journal Europa, y además de los interesantes artículos que contiene -bueno, eso en teoría después de que haya descifrado algunas palabras gracias a mi conocimiento del castellano y el catalán- veo que se preocupan por la información gráfica: las portadas están bien y también incluyen humor gráfico que a primera vista no parece muy difícil de traducir (¡Gracias, Wordreference!)
El número de este mes está dedicado a Suiza, un país hermoso y complejo al mismo tiempo. Supongo que recordaréis que la campaña electoral de 2007 estuvo marcada por el rechazo a los inmigrantes, que plasmó en la vergonzosa oveja negra que era expulsada por sus compañeras, las ovejas blancas:
Esta campaña, orquestada desde el partido populista UDC, supongo que tuvo un efecto negativo para la imagen de Suiza en el exterior. Muchos hemos asociado -por mucho que queramos huir de injustos prejuicios- desde entonces a Suiza con la xenofobia más inadmisible.
Sin embargo, hoy he descubierto que desde el propio país helvético se intentó dar un giro de 180º a esta imagen tan negativa. Un grupo de personas crearon Moutons de Garde (algo así como “ovejas en guardia”), una asociación que pretende fomentar la diversidad y el debate sobre la integración de los muchos inmigrantes que hay en Suiza.
Su distintivo, ovejas negras de colores, se opone frontalmente a la exclusividad de las ovejas blancas.
Esto demuestra que con un poco de imaginación y de ironía se puede poner en cuestión actitudes que parecían enterradas y olvidadas.
(Por cierto, las imágenes las encontré en este artículo)