En este apartado, dejo por escrito algunas de las potencialidades y logros de la ciencia y la tecnología en las sociedades humanas.
En el presente, la ciencia satisface necesidades humanas básicas porque nos permite disponer de instrumentos, herramientas y máquinas que usamos y apropiamos para darles un fin, una utilidad en concreto. Así como un instrumento musical está destinado a la recreación en términos musicales, tenemos utensilios para comer, pescar peces, arreglar coches, etc., y aparatos más complejos que nos sirven para coser, procesar muestras biológicas, o incluso, volar. Por lo general, los artefactos recientes que disponemos son altamente complejos y confiables, y preceden a objetos y sistemas tecnológicos más simples. Por ejemplo, existen varios tipos de cámara de fotos actualmente en función de los elementos técnicos que se le han ido incorporando: las cámaras antiguas no son como las de ahora pues antes no tenían carrete, ahora tenemos cámaras estereoscópicas provistas de dos lentes, cámaras que ajustan el tiempo de exposición según los niveles de iluminación, etc.
El automóvil es otro de los inventos que ha evolucionado en el tiempo, un objeto que ha adquirido ahora sublimidad y que le otorga a quien lo emplee valor erótico o narcisista conforme se ha hecho más moderno. A este vehículo normalmente contaminante, se le han sumado proyectos tecnológicos cuya pretensión consiste en idear coches de propulsión 100% eléctrica. Nacerían los coches eléctricos que, si bien todavía no han desplazado a los de gasolina ni son todavía bienes de consumo masivo, su uso está extendiéndose cada día más entre la población a medida que las autoridades recomiendan su uso para contaminar lo menos posible. Por dar algunos datos. En el año 1842, los coches eléctricos ya estaban fabricados, pero no se comercializarían hasta la invención de la batería recargable en el año 1881, de nuevo, un elemento crucial para superar el coche convencional. Más adelante, este medio de transporte dispondría de pilas de combustible en lugar de baterías, siendo capaces de generar electricidad continua a partir del hidrógeno que producen las fuentes de energía renovables. Al final, los coches habrán ganado en eficiencia, serán completamente autónomos y seguros, también más veloces, en comparación con los coches cuyo funcionamiento depende del petróleo.
Con respecto al futuro, la humanidad trascenderá la biología y la medicina para fusionarse con la tecnología. Aspectos tan humanos como nuestra salud está siendo sometida a las ventajas que ofrece la computación y las máquinas inteligentes: reprogramación del genoma humano para mantenernos sanos, robots que asisten a los pacientes, recursos tecnológicos que cumplen alguna función biológica (enfermos de Parkinson llevan implantes en el cerebro que sustituyen a las neuronas destruidas por la patología, personas ciegas que pueden recuperar parte de su visión mediante la implantación de microchips biónicos, sordos que recuperan la audición gracias a componentes electrónicos ubicados en el cerebro, uso médico de nanobots para combatir el cáncer, etc.). En el terreno bélico, los ejércitos de soldados contarán con robots que identificarían todas aquellas amenazas inabordables para un ser humano con emociones. En el ámbito del hogar, las familias podrían informarse sobre lo que ocurre en el mundo a través de televisores super delgados, flexibles, grandes, brillantes y multicolores (ventajas que proporciona la tecnología Oled). Además, los avances se atisban en el turismo espacial, ya que sería posible viajar al Planeta Rojo y visitar allí el Olympus Mons.
