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Suspenso en bienestar social

Carta de los lectores

Zona 20 – Carta de Alicante



Suspenso en bienestar social

Juan Cotino, Conseller de Benestar Social de la Generalitat Valenciana


CARMEN CALPENA GALIANA.


Bienestar Social ha venido demostrando, desde hace años, a muchas de las familias que han necesitado de sus servicios que esta institución es poco comprensiva, muy lenta en su gestión o que da una callada por respuesta a las solicitudes que pasan por registro.

Al parecer consideran esta acción democrática –pedir un servicio– una intromisión que les desvelaría la pasividad y gandulería con la que trabajan algunos máximos responsables de esta Administración pública.

Hacer los deberes con la responsabilidad que se debiera no es lo habitual, responder o dar explicación de cualquier situación administrativa a cualquier colectivo ciudadano puede llegar a que el solicitante renuncie al final en su empeño de recibir una respuesta.

Los problemas los solucionan sobre la marcha en forma de parcheo. El número de centros ocupacionales para discapacitados es una vergüenza, tan sólo uno en toda la ciudad, centros de día y residencias, más de lo mismo, una grandísima desvergüenza. Y el colectivo de jóvenes con necesidades especiales está formado por cientos que permanecen aparcados en sus casas o están de aquí para allá realizando todo tipo de cursillos básicos.

Van acompañados sobre todo por sus madres, que tuvieron que abandonar su vida laboral y aparcar las obligaciones en el hogar para que su hijo no retroceda en los conocimientos.

Durante muchos años y con gran esfuerzo, estos menores consiguieron avanzar en integración durante la etapa de Educación Primaria. Por favor, no jueguen con los derechos de los colectivos más vulnerables y apliquen de una vez por todas la Ley de Dependencia.

Alicante

3 replies on “Suspenso en bienestar social”

Conozco muy bien a Carmen. Es una madre muy combativa. Como su hijo es considerado dentro de una de esas enfermedades llamadas raras, por consejo de los doctores que tratan al chico y por cierta asimilación próxima a la del colectivo del Síndrome de Down, está integrada como socio activo y es allí donde realiza su labor principal, aún a pesar de ser tan inquieta que incluso actúa de por libre en demanda de cualquier solución a injusticias de tipo social que se cometen frecuentemente desde la propia administración.
Lo lamentable es que al estar el asociacionismo tan disperso y aislado entre sí, de esto se aprovechan las grandes estancias federativas que controladas por la propia administración actúan como freno en las reivindicaciones de quienes intentar moverse.
Está visto que todo lo que nace sano, al tiempo y por los intereses de sus propios creadores, se pudre y se corrompe.

Es evidente y por desgracia que la administración solo quiere eso que ha dado en denominar “interlocutores válidos” Y son los válidos precisamente, los que son válidos para sus intereses y propiciar cobertura a sus múltiples y cada vez más insoportables deslices, como nos viene a manifestar esta madre. Así pués, si el interlocutor no se corrompe, la administración no sigue y a veces en estos sectores precisamente por su vulnerabilidad es tan fácil corromper hasta con un puñado de favores, o incluso ni eso, con que lo parezca, simplemente a tantos que para las administraciones auspiciadas por nuestros políticos es tan solo pan comido.
Claro que siempre nos queda la palabra.

Resulta un axioma la imperiosa necesidad que tienen los gobernantes de estas personas válidas, que lo son a su vez por la necesidad de poseer, éstas, de la notoriedad, la influencia y también, en ocasiones, de favores personales de cualquier tipo imaginable.
Claro está que siempre la humanidad ha contado, cuenta y espero que siga contando con algún Pepito Grillo, como es el caso de esta madre, que hasta el gorro de tantas vejaciones, componendas y chalaneos, salte a la palestra pública y nos cuente las verdades del barquero.
Mientras que estas circunstancias se sigan dando, podemos continuar sin perder la esperanza de que, algún día, tengamos gobernantes y políticos honestos que desprecien los vergonzosos servicios de quienes, olvidándose de su propia casta, se vendan al mejor postor.

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