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Denuncia Pública General

Lo que antes cubría humanamente los Servicios Sociales, hoy lo niega la Ley de Dependencia.

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Sin ayudas para volver a casa

Nieves, de 49 años, parapléjica y con una discapacidad del 97 por ciento, está en el hospital porque no puede pagar a un cuidador que la asista en su domicilio.
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RAQUEL RIVERA. MÁLAGA
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Nieves lleva años en una silla de ruedas a causa de una paraplejia residual ocasionada por una poliomielitis.

Durante un tiempo se ha desenvuelto sola en su vivienda con la ayuda de familiares y amigos, hasta que el pasado año su estado de salud empeoró por una insuficiencia respiratoria grave. Ahora presenta una minusvalía del 97 por ciento y vive postrada en una cama de hospital, porque no cuenta con ayudas para costearse un cuidador que se ocupe de ella en casa. “Solicité los recursos de la Ley de Dependencia a principios del año pasado y todavía no he recibido nada”.

Desde abril permanece en el Hospital Carlos Haya. Sus padres, mayores de 77 años y que residen en Burgos, la han acompañado durante duros meses en los que se ha debatido entre la vida y la muerte. Primero ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a causa de una neumonía y al tiempo le tuvieron que practicar una traqueotomía. A causa de esa delicada situación perdió la movilidad en ambos brazos y estuvo en estado crítico.

Pese a todo, su evolución fue favorable y ha ganado movilidad. “He estado a punto de morirme tres veces, pero aquí estoy, en el hospital alucinan”, bromea.

Nieves, necesita además una bombona de oxígeno permanente al acumular gases carbónicos y es tratada con aerosoles y corticoides para paliar esta deficiencia respiratoria. También es diabética dependiente.

Con una minusvalía casi completa y después de quince operaciones para mejorar su movilidad y autonomía, Nieves aún espera que la Junta le gestione las ayudas por su dependencia. “Sólo pido lo que me corresponde por ley, nada más, no es justa esta situación”, lamenta.

Con una pensión de 1.300 euros, dice que no puede asumir el pago de su hipoteca y el gasto de 60 euros por noche para que un cuidador la atienda. Considera “indignante” que en su estado aún no haya recibido los recursos sociales como dependiente.

La primera valoración de los servicios sociales quedó resuelta con una puntuación de 36, que es dependencia moderada. Este dictamen lo recurrió y obtuvo entonces 57 puntos, que es una dependencia severa en el nivel 1. Como le faltaban puntos para que la consideraran gran dependiente, recurrió de nuevo la resolución, pero la administració n no contestó. Los profesionales del Carlos Haya tuvieron que intervenir para que la Junta realizara una nueva valoración. “La paciente presenta una dependencia total para todas las actividades diarias y es imprescindible una vigilancia continuada por problemas médicos que pudieran poner en peligro su vida”, señala un documento del servicio de Neumología del Hospital Carlos Haya.

El informe médico es contundente, pero aún así la respuesta de la Junta es, de momento, nula. Nieves lamenta que no pueden darle el alta en el centro hospitalario por no contar con asistencia personal en su domicilio. “Tienes que ser un héroe para que te den lo que te corresponde. Y, mientras tanto, arruinan a tu familia”, concluye.

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