“No nos dejaron subir una silla de ruedas al tren”
PAULA FIGOLS. Zaragoza
Antonio Serrano, discapacitado de 58 años, y su mujer suelen viajar en coche. Este verano vieron un anuncio del servicio de movilidad reducida de Renfe y decidieron viajar en tren, pensando que sería “más relajado y más tranquilo”. Su idea era coger un tren, el pasado 20 de agosto, de Zaragoza a San Sebastián, donde les recogerían su hija y su yerno para pasar unos días de vacaciones en Asturias. El 12 de agosto, acudieron a la estación de Delicias, avisaron de que llevarían una silla de ruedas eléctrica (plegable) y les vendieron los billetes sin problemas. Pero después fueron a la oficina de movilidad reducida a preguntar unas dudas y allí les avisaron de que no podían viajar con la silla y les recomendaron que se buscaran otro medio de transporte alternativo.
“Anuncian un servicio de movilidad reducida y luego no te dejan subir una silla al tren. Es alucinante, no me podía imaginar una cosa así. Es una injusticia tremenda. Y el trato que recibimos fue humillante”, afirma Amaya Serrano, hija de Antonio, que fue a comprar los billetes con su madre, el 12 de agosto. Su padre sufrió un infarto cerebral hace unos años, anda con dificultad y necesita una silla de ruedas para desplazarse.
La suya es un modelo eléctrico, que se puede desmontar para ocupar menos espacio (1,43 por 0,68 metros). “La silla es tipo ‘scooter’ y plegada ocupa prácticamente el mismo espacio que una de ruedas convencional, como una maleta grande. Mis padres han ido a muchos sitios con la ‘moto’ y nunca han tenido ningún problema”, apunta la hija.
En el servicio de movilidad reducida de la estación de Delicias les dijeron que esa silla solo se puede subir en un AVE, pero a San Sebastián únicamente se puede viajar en Alvia. “El servicio funciona mal y da información falsa. La guía para viajeros con discapacidad (se puede consultar en la web de Renfe) dice que en ese tren sí se pueden subir sillas de ruedas”, señala Amaya Serrano.
Falta de regulación
Desde Renfe explican que en este caso ha habido un problema de información y de falta de regulación. Fuentes de la empresa confirman que los Alvia sí son trenes preparados para personas con movilidad reducida, tanto para sillas plegables (el pasajero viaja en su asiento y la silla se guarda plegada como si fuera equipaje) como las que no se pueden doblar (el usuario viaja en su silla de ruedas, en una plaza específica reservada para discapacitados).
“La persona que les vendió los billetes debería haberles informardo bien. El problema es que las ‘scooter’ son un modelo nuevo y aún no están reguladas en la guía de servicios ferroviarios. La Unión Europea está estudiando hacer una nueva normativa para incluir este tipo de sillas eléctricas, que cada vez se usan más”, afirman desde Renfe. No queda claro si los viajeros que utilizan estas sillas o motos pueden viajar en tren. “No está regulado, pero excepcionalmente sí hemos llevado en tren a gente con estas sillas, depende del tipo de ‘scooter’ y hay que avisar con antelación”, apuntan.
Antonio Serrano y su mujer finalmente viajaron en coche desde su localidad, Cariñena, hasta San Sebastián. “Mis padres tuvieron suerte porque pudieron cambiar el viaje y condujo mi madre, pero hay gente que no puede. Estamos muy molestos con el servicio de movilidad reducida y con la información que recibimos. Nos gustaría que la situación se aclarara y no le volviera a pasar a nadie”, subraya Amaya.