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Conmemoración del 14 de abril

¡A por la TERCERA!

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República y discapacidad

13/04/2009

JOAQUÍN González Sospedra *


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Celebrándose mañana el 78° aniversario de la proclamación popular de la II República, no puedo ni deseo sustraerme a la tentación de resaltar alguno de los avances sociales que apuntaron aquellos días de libertad y, al tiempo, imaginar otro panorama socio-asistencial, si hubiese triunfado la legalidad vigente en lugar de la rebelión fascista. La atención secular hacia los pobres y marginados se basaba en la caridad de las clases pudientes, bajo la orientación de la Iglesia católica, en las parroquias y conventos. A raíz de la nueva sociedad industrial, surgieron las asistentes sociales. Pues bien, en 1932, en plena República, se creó la primera escuela de asistencia social en Barcelona, para profesionalizar aquel voluntariado.

Durante el franquismo, toda la atención social a los colectivos marginados tuvo un fortísimo acento paternalista y de mera beneficencia enmarcado en el nacional-catolicismo y gestionada por la Falange; hecho este que fue un gran contraste con la democratización que se había iniciado con las libertades republicanas. Durante la República, los marginados, los discapacitados, pudieron empezar a participar en la resolución de sus propios problemas; para lo que hubo que desbancar a los benefactores anteriores. Allí, por ejemplo, surgieron las primeras asociaciones democráticas de los ciegos españoles, con una vida asociativa interna muy fecunda. Actividad esta que fue anulada por la creación de la fundación ONCE, con una estructura y gestión prácticamente militarizada hasta la llegada de la actual democracia.

No resulta difícil –como en otros aspectos– imaginar que la realidad social de las personas con discapacidad sería otra muy distinta en estos momentos si hubiésemos vivido 78 años de República, en lugar de permanecer ese tiempo bajo la represión política y religiosa. Sumemos, no obstante, todo nuestro entusiasmo y nuestro esfuerzo para recuperar los ideales sociales que los golpistas traidores hurtaron al pueblo español.

* Exdiputado del PSPV-PSOE en les Corts Valencianes

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Conmemoración del 14 de abril

Hoy siempre será el 14 de abril

Abril 14, 2009 de Júcaro

Es una fecha que forma parte de nuestra memoria, también de nuestras aspiraciones. Era la fecha para iniciar el camino de la revolución social, de la democracia, la justicia y la libertad. Trabajadores, intelectuales, científicos y artistas aunaron fuerzas en pos de un sueño que no se alcanzó según unos por ingenuidad, en opinión de otros por insensatez, pero sobre todo, por ser asaltada por las armas en un golpe de Estado sanguinario y atroz. En todo caso, aquel 14 de abril significó el primer intento para sacar de la injusticia, del retraso económico y social en el que vivían los cuidadanos de este país.

Hoy la sociedad es muy distinta. Constituimos un pueblo que avanzó gracias al esfuerzo colectivo de la sociedad y no precisamente por la diligencia de la Monarquía borbónica, como nos quieren hacer pensar. Reiniciar aquel mismo camino carece de sentido. Muchas cosas han cambiado desde aquel 14 de abril de 1931, otras se muestran inalterables. Algunas han sido superadas, otras quedan pendientes para un mañana mejor. Desde esta percepción, sin nostalgia pero con el reconocimiento a la dignidad y a la memoria de cuantos defendieron estos avances, somos muchos los que entendemos que aquel espíritu innovador del 14 de abril también nos pertenece y lo reivindicamos: El impulso a la enseñanza, el estado laico, los derechos emancipadores de la mujer, la incipiente reforma agraria, todos los avances sociales y políticos. Muchos de estos valores, 78 años después, necesitan una nueva y constante apuesta.

¿Recordar aquella fecha y reivindicar sus valores será motivo para que se nos acuse de reincidir en la división? Siempre lo hicieron así, la caverna es así de arrogante. No le basta con los cuarenta años de persecución franquista ni con los treinta de olvido calculado. El republicanismo de hoy apuesta por la tolerancia, el respeto y la convivencia, reivindicando aquellos valores de la II República que hoy tienen plena vigencia: derechos de igualdad entre hombres y mujeres, reformas sociales, la cultura como parte integrante de la justicia social, desarrollo descentralizador que hoy llamamos autonómico, separación de Iglesia y Estado…

Aunque los dos intentos republicanos anteriores acabaron aplastados bajo la represión de los militares y con los republicanos represaliados, cuando llegue la Tercera, no habrá insurrección que la detenga.

Mañana siempre habrá un 14 de abril. ¡Salud!