Hace muy poco el señor Rajoy nos decía que la crisis era cosa del pasado. A mí como economista esta frase me causa estupor. España sigue en crisis económica. No voy a comentar nada del endeudamiento del país, que sigue viviendo de «prestado», como se decía antes. La deuda pública es casi el 100% del PIB. Pero me preocupa seriamente lo que puede suceder a corto plazo con el pago de las pensiones.
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social descendió al cierre de 2014 hasta los 41.634 millones de euros, un 3,93% del PIB.
La denominada «hucha de las pensiones», que al finalizar 2013 totalizaba 53.744,04 millones de euros, ha experimentado un descenso de 12.110 millones de euros en el último ejercicio. Esta caída se explica, según ha señalado el Ministerio, por las disposiciones de 15.300 millones de euros para garantizar el pago de las pensiones, frente a los 11.648 millones de 2013 y los 7.003 millones de 2012.
La destrucción de empleo y, en consecuencia, la caída de ingresos de la Seguridad Social ha llevado al instituto público a tener déficit desde 2011, año en el que el fondo de reserva alcanzó máximos en 66.815 millones de euros. Los números rojos de ese año se pudieron cubrir con el remanente de la Tesorería, pero ya en 2012, el instituto público tuvo que echar mano de lo ahorrado durante la época de crecimiento. En principio, lo que se utilizó fue el dinero acumulado en el Fondo de Prevención, el dinero sobrante de las cotizaciones de accidentes y bajas laborales. Ya a finales de ese ejercicio, el Ministerio de Empleo recurrió al Fondo de Reserva. Y en 2013 tuvo que volver a hacerlo, en concreto el año pasado usó 11.648 millones de euros.
Así, desde el cierre de 2011, la caída acumulada es del 37,7% o lo que es lo mismo, 25.181 millones de euros. Lo más probable es que el recurso a la hucha de las pensiones continúe en los próximos años. En el presupuesto de este año, el Gobierno vuelve a contemplar mayores gastos que ingresos en el sistema de pensiones.
Eso sí, el fondo obtuvo el año pasado una rentabilidad muy superior a la registrada por los planes de pensiones. En concreto del 11,85%, frente a la media del total de planes de pensiones situada en el 6,92%.
La rentabilidad acumulada en términos anualizados se situó en el 5,06% en 2014, cifra que más que duplica la media obtenida del total de planes de pensiones en España para un plazo de quince años (2,07%).
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social ha ido mermando en volumen desde la entrada del Gobierno de Mariano Rajoy. Una circunstancia que el presidente ha defendido como coyuntural.
El Estado ha dejado el Fondo de Reserva, comúnmente conocido como la «hucha de las pensiones» con tan sólo 41.634,23 millones de euros al término de su tercer año de gobierno. En otras palabras, desde que comenzó a gobernar, «se ha comido» un 37,69% de los 66.814 millones de euros que le dejó el anterior Gobierno socialista.
Una vez más han vuelto a echar mano de esta «hucha» para hacer frente a los compromisos de la Seguridad Social con los pensionistas. En esta ocasión, han dispuesto de 1.300 millones de euros para la paga ordinaria y extraordinaria del mes de diciembre.
Los rendimientos netos acumulados por este fondo a lo largo de 2014 han ascendido a 2.911,16 millones de euros, que se han volatilizado por el camino debido a la recurrencia del actual Gobierno a esta «hucha». En este sentido, Mariano Rajoy ha afirmado en varias ocasiones que esta partida está para usarla en situaciones de estrechez económica como la actual y que ya llegará el momento de realizar nuevas aportaciones.
A lo largo del ejercicio 2013, el Estado también dispuso de estos fondos para el abono de las pagas extraordinarias de julio y diciembre, así como con la liquidación por IRPF de estos mismos meses. Una práctica que ha sido común, por tanto, a lo largo de todo su mandato.
En concreto, el año pasado se utilizaron 4.500 millones en julio repartidos en dos operaciones de 3.500 y 1.000 millones, 1.000 millones más en el mes de agosto, 720 millones en octubre y otros 5.428 millones en diciembre, de nuevo repartidos en dos operaciones de 5.000 y 428 millones.
Mi abuelo decía «el que guarda, haya». Señores, no se puede jugar tanto con la «hucha de las pensiones», pensando en que «algún día», se podrá reponer lo gastado. Ese dinero debería de ser «sagrado», ya que configura la estabilidad de muchos españoles en su jubilación.
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