A finales del el siglo XIX en Alicante se desarrolla el proyecto orientado a desmontar la Montañeta, la explanación de la avenida de Alfonso el Sabio, ampliación de las zonas locales de alumbrado publico y privado, creación de la primera línea telefónica, en1884, entre los Gobiernos civil y militar; comienza la construcción de la cárcel de Benalúa, se inaugura el ferrocarril de Alicante a Murcia, se desarrollan las obras de reedificación de la plaza de toros, nace el Paseo de Gómiz, inicia su andadura el Real Club de Regatas… y aparece el tranvía. Cuando concluye el siglo XIX, la vitalidad industrial y comercial de la capital se resume en estos datos; una fabrica de tabacos, refinerías de petróleo, fábricas de aserrar madera, de sacos, tejidos, cerámica, alfarería, varios centros docentes, entre ellos los colegios de San Luis y San José, Jesús Maria, Escuela Modelo, Escuela de Comercio.