El caso de Benalúa

El Barrio de Benalúa de Alicante fue una realización inspirada en el pensamiento higienista ligado a la burguesía reformista de la ciudad. José Guardiola Picó fue el autor de los planos del barrio, que se aprobaron en 1884 por el municipio, y que se incluían en el Plano General de Ensanche. El Barrio de Benalúa fue una interesante operación urbanística, más que el propio Ensanche de la ciudad, concebido como un conjunto dotado de un cierto nivel de autonomía, lo que exigía un buen conjunto de equipamientos públicos. La trama urbana de este barrio es reticular, a base de manzanas cerradas y rectangulares, de las cuales una central actúa de espacio abierto al público y ajardinado. El barrio estaba muy bien dotado de servicios urbanísticos, y comunicado con el centro de la ciudad mediante una línea de tranvía, propiedad del mismo grupo de promotores del barrio: la sociedad “Los Diez Amigos”, que presidía el Marqués de Benalúa. Además, se crearon reservas de suelo para iglesia, escuela…, y una cárcel, y en el centro geométrico de la retícula se construyó la plaza que ocupaba la actual plaza de Navarro Rodrigo, toda una manzana que se convirtió en el centro de la vida del barrio, y que en la actualidad es el único espacio reconocible de un tejido densificado que ha perdido prácticamente todo su atractivo primigenio. La importancia del proyecto urbanístico de Benalúa radica en lo avanzado para su tiempo, si tenemos en cuenta sus dotaciones de servicios con respecto a las del resto del Ensanche. La dotación de servicios junto con el emplazamiento y orientación escogidos para la creación del barrio responde a las preocupaciones sanitarias surgidas años antes a nivel europeo (Navarro Vera: 128; Historia de la Provincia de Alicante).


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One response to “El caso de Benalúa”

  1. Samuro De Alicante Avatar
    Samuro De Alicante

    Yo estuve en Alicante por aquel entonces…Recuerdo como despellejabamos Ashigarus por la plaza Navarro Rodrigo, había tantos cadaveres que ni se podía andar.

    Una gran entrada sin duda,

    Samuro