Cuando Enrique nació en 1425, el rey y el reino de Castilla, estaban bajo el control de Álvaro de Luna, criado, amigo y compañero de juegos del rey Juan II, a quien había nombrado en septiembre de 1423, condestable de Castilla, a pesar de su corta edad. En 1435, pasó a encargarse de la educación del príncipe Enrique. Con altibajos (cayó algunas veces en desgracia), Álvaro permanecería al frente de la escena política castellana hasta su muerte en mayo de 1453; catorce meses más tarde moría Juan II e iniciaba su reinado Enrique IV , el 3 de julio de 1454.
La presencia del condestable es fundamental en el enfrentamiento entre el bando nobiliario representado por él y, en el que estaba el propio rey Juan II y el bando representado por los infantes de Aragón, encabezado por Juan de Navarra.
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