A Enrique IV se le conoce como “impotente”, pero también se le tachó de Homosexual. La acusación se encuentra en la Crónica de Alonso Palencia, donde dice que el matrimonio con Blanca de Navarra pudo no consumarse por impotencia de él o por falta de voluntad de Enrique, en el caso de que fuera homosexual y rechazara el contacto con mujeres. Palencia, incluso, convirtió en lugares de vicio y perversión, los lugares en los que el rey se deleitaba y relajaba.
Otros documentos que destacan la homosexualidad del monarca, podrían ser las Coplas del Provincial, pero si nos creemos estos versos, también deberíamos aceptar que en la corte muy pocos se salvaban del “pecado sodomita”(la homosexualidad) . A Enrique se refieren estos versos:
“Ah, fray capellán mayor,
Don Enrique de Castilla,
¿a cómo vale el ardor
que traéis en vuestra silla?:
a fray Herrera y Cabrera
y Gonzalo de León,
y a fray duque de Alburquerque,
que es el mayor garañón”
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