Enrique IV. Biografía

Enrique IV de Castilla, o comúnmente conocido como Enrique IV el Impotente, fue rey de Castilla entre 1454 y 1474. Nació el 5 de enero de 1425. Era hijo de Juan II de Castilla y de María de Aragón y hermanastro de Isabel(futura Isabel la Católica) y de Alfonso, ambos fruto de un segundo matrimonio de su padre con Isabel de Portugal. Se casó dos veces, en 1440 con Blanca de Navarra, matrimonio que quedó anulado en 1453, alegando impotencia de Enrique debido a un maleficio y en 1455, con Juana de Portugal. Fruto de este segundo matrimonio, en 1462, nacería su única hija, Juana.

Aunque tardó casi 30 años en acceder al trono, no quedó al margen de la política, pues participó, junto a su hombre de confianza, Juan Pacheco (marqués de Villena), en el conflicto que enfrentaba a su padre con los Infantes de Aragón.

Al acceder al trono, realizó una serie de medidas que provocaron el descontento de la Alta Nobleza, pues buscó a sus principales colaboradores entre los legistas y gentes de la baja nobleza, destacando entre todos ellos, su nuevo hombre de confianza, Beltrán de la Cueva, cuyo ascenso provocó que Juan Pacheco se viera amenazado. Otra de las medidas que contribuyeron al descontento, fue la forma de dirigir la guerra contra Granada (una guerra de desgaste y no de conquista). Este descontento, provocó la formación de una Liga Nobiliaria opuesta al monarca, dirigida por el arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo y a la que se unió el marqués de Villena, los cuales, protagonizarían en 1465, en las afueras de Ávila, la denominada “Farsa de Ávila”, donde destituyeron a Enrique IV y proclamaron rey a su hermano Alfonso con 11 años, mientras difundían el rumor de que Juana, no era hija del monarca, sino de su favorito Beltrán de la Cueva, poniéndole como nombre “Juana la Beltraneja”.

El rey pudo contrarrestar a la nobleza rebelde con el apoyo de los Concejos de las ciudades y de los nobles fieles al monarca (como los Mendoza), pudiendo derrotar a la Nobleza en la Batalla de Olmedo de 1467. El tema, parecía solucionarse cuando, al año siguiente, fallecía su hermano Alfonso, pero entonces apareció en escena su hermana Isabel. En 1468, se firmó el Pacto de los Toros de Guisando entre Enrique e Isabel, donde el monarca reconocía a Isabel como heredera al trono, en perjuicio de su hija Juana. Sin embargo, el matrimonio negociado en secreto entre Isabel y Fernando, no fue del agrado de Enrique y en 1470 reconocía de nuevo a su hija Juana como heredera en Valdelezoya. Isabel y Enrique entrarían en conflicto por este problema sucesorio, por lo que, al morir Enrique en 1474, se iniciaría una Guerra Sucesoria entre Isabel y Fernando por una parte, y los partidarios de Juana por otra, de la que saldría victoriosa Isabel, que sería proclamada Reina de Castilla.  

 

Enrique IV “el Impotente”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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