El Gran Capitán dió mucha importancia a las tareas de preparación de terreno, empleo de minas y paso de puentes. Empleó soldados de infantería en trabajos especializados de zapadores e inculcó en todo el ejército la importancia de la fortificación.
Respecto a la castrametación adoptó un sistema normalizado de campamento tipo adaptable a cualquier situación y terreno. Respecto a la fortificación, la empleó para inutilizar las armas ofensivas enemigas y la acción de sus proyectiles. Empleó minas como una nueva técnica de combate para el asalto a las plazas fortificadas (los castillos de Castilnovo y Castel de Ovo). Por último, utilizó pontoneros para el tendido improvisado de puentes (en la batalla de Garellano).
Don Gonzalo adiestró a sus hombres mediante una disciplina rigurosa y formó su moral despertando en ellos el orgullo de cuerpo, la dignidad personal, el sentido del honor nacional y el interés religioso. Se encontraron entre sus alumnos los generales más destecados de Carlos I y Felipe II. Hizo de la infantería española aquel ejército formidable del que decían los franceses después de haber luchado contra él, que “no habían combatido con hombres sino con diablos“.
Existen unas páginas web que venden las copias de las espadas de Gran Capitán. Podemos encontrar espadas de tamaño y longitud diferente, también es posible leer una descripción pequeña sobre ellas, cuestan 60-120 euros.