Los Diputados de Sanidad

En el mes de junio de 1758, entraba en vigor en Alicante el Nuevo Reglamento del morbo, en el que se prescribía que hubiera dos Diputados de Sanidad elegidos anualmente entre los regidores formando junto con el corregidor, como Presidente, un comité encargado de velar por todo lo que interesaba al resguardo de la salud pública, recurriéndose en última instancia a la Suprema Junta de Sanidad.

En marzo de 1760, al inicio del corregimiento dirigido por José Ladrón de Guevara, la Diputación de Sanidad alicantina contaba con un fondo de 46.234 reales, 19 maravedíes y 4/5 de vellón.

Los aspectos fundamentales que acaparaban la atención de la Diputación de Sanidad alicantina durante el período que nos ocupa era la limpieza de calles, caminos, balsas, etc. Cuya insalubridad era denunciada continuamente por las personas afectadas, achacando a esta falta de limpieza los periódicos brotes de tercianas que se agudizaban en las temporadas estivales, además de la asistencia a los enfermos carentes de medios económicos para costear los gastos de asistencia. Sin olvidar el tercer eje sobre el que giraban los problemas concernientes a la salud pública alicantina, que era sin duda aquél que afectaba a todos los productos que accedían al mercado público, con especial atención a los que se introducían por mar a través del tráfico portuario.

Puntualmente aparecían otros asuntos que centraban la atención de la Diputación de Sanidad: la prevención de posibles epidemias provenientes de otros países como ocurrió en junio de 1759, ante la noticia de la peste de Alejandría o bien la asistencia en los casos de plagas, temporales, sequias, etc.

Era también competencia de la Junta de Sanidad el nombramiento de un intérprete que pudiera salvar las dificultades idiomáticas surgidas con los patrones de los barcos que llegaban a nuestras costas.


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