En entradas anteriores pudimos ver lo que supuso la trágica expulsión morisca del Reino de Valencia y la incidencia que tuvo en la ciudad de Alicante. Nos quedaba pendiente tratar el asunto de los llamados “morisquillos”, aquellos niños que pudieron permanecer en el Reino una vez decretada la expulsión. Gracias al estudio de documentos procedentes del Archivo Municipal de Alicante y de las iglesias de San Nicolás y Santa María, tenemos información suficiente como para conocer que fue de estos niños moriscos en nuestra ciudad.
Fueron varias las ideas sobre que hacer con estos niños:
- Que permaneciesen los menores de 11 años, dado que habían sido bautizados y eran demasiado pequeños como para suponer un problema.
- Depender hasta los 25 años de cristianos viejos a los que debían servir a cambio de comida y techo.
- Existía discrepancias sobre a quien dejar la tutela de los niños: a los campesinos o a las clases acomodadas. En el siguiente cuadro se observa como quedó establecido este tutelaje.
- Los gastos derivados del cuidado de estos niños debían sufragarse dando a sus nuevos tutores los beneficios obtenidos de los bienes de los moriscos expulsados.
- Había voces que mantenían que la edad máxima para no ser expulsado debía ser los 5 años ya que pasada esa edad ya se formaba parte de la “secta de Mahoma”. Finalmente esta idea, dada por la Junta de Teólogos, fue la que se llevó a cabo.
- No obstante lo precipitado de la expulsión hizo que hubiese excepciones a la hora de elaborar el decreto de tal forma que quedaron niños mayores de 5 años incluso adolescentes que no hubiesen contraído matrimonio.
En todo el Reino quedaron cerca de 2500 niños y se piensa que en Alicante fueron unos 195 (de acuerdo con los registros). Su situación social se vio anclada a la más baja de la época. Podemos aventurar que el futuro que tuvieron el grueso de estos niños fue el de esclavos o en una situación de semiesclavitud. Muchos de los niños fueron vendidos en Castilla o a mercaderes italianos (la colonia genovesa instalada en Alicante era muy importante). No obstante no tenemos ninguna prueba que sea totalmente esclarecedora al respecto.
La primera medida que se tomó en Alicante fue la de expulsar de la costa a aquellos mayores de siete años y llevarlos a tierras del interior para evitar el posible contacto con berberiscos en la costa. Esta medida aparece tomada en firme en los archivos pero tenemos constancia de que no se llevó a cabo posiblemente porque la cantidad de estos niños era tan escasa que no consideraron que existiese peligro alguno. También hay que tener en cuenta que fueron medidas tomadas de forma precipitada.
Se llevaron a cabo trabajos de control de estos menores y en 1611, casi dos años después de decretarse la expulsión, se realizó un registro con los datos de los tutores de estos niños e incluso una descripción física de los pequeños. Unos años más tarde, en 1614, se realizaría una actualización de este registro. Se buscaba tener controlados en todo momento a este sector de la población. En el cuadro que observamos a la izquierda podemos ver como del primer registro realizado en 1610 al 1611 hay un incremento de 29 niños, esto es debido a que cuando se realizó el primer registro existía mucho miedo a lo que pudiese suceder y lo que se buscaba era ocultarse. En 1611 ya no existe ese miedo y se completa el registro.