La Nobleza alicantina.
En el escalafón superior se encontraba la nobleza, los nobles titulados. Les seguían los caballeros generosos, descendientes de los caballeros catalanes y aragoneses que conquistaon el Reino de Valencia con Jaime I. Por debajo de estos estaban los cavallers que formaban el brazo militar. Por último se encontraban lo ciutadans, gente que había alcanzado el puesto de regidor o jurat en el Concejo de la ciudad.
Estos individuos formaban la categoría superior de la pirámide social, que además se veía consolidada y fortificada por las alianzas matrimoniales, de una naturaleza endogámica. Es muy difícil hallar en el siglo XVIII un regidor que no tuviera establecidos lazos familiares con el resto de sus homólogos.
Los nobles eran una pieza clave del poder político, dominando el gobierno municipal.
Dos claros ejemplos de nobleza en Alicante fue la marquesa de Bosch, única noble titulada, que poseía un alto porcentaje de tierras y cuantiosas sumas de dinero y la familia Burgunyo, de origen catalán, asentados en Alicante desde el siglo XIV, una familia dedicada a la política y desempeñando cargos de justicia, jurados y regidores. Pedro de Burgunyo hizo posible la creación de la Casa de la Misericordia (edificio que actualmente la fábrica de tabaco) donando 1.000 libras.
El Clero.
En Alicante se pueden apreciar la iglesia de San Nicolás, con su parroquia, otra parroquia que es la de Santa María y una ayuda de parroquia en San Antón. Además de 9 conventos y 5 hospicios (lugares públicos de acogida para pobres desvalidos). El obispo no residía en Alicante, sino en la sede episcopal en Orihuela.
La importancia de la iglesia en el Antiguo Régimen era extraordinaria, tanto en sus bienes como en su carácter político, civil, docente, ideológico, entre muchos otros.
La Casa de la Misericordia también jugó un papel importante en la iglesia. Construida por los donativos de Pedro de Burgunyo, citado anteriormente, sirvió de albergue para los mendicantes, también de residencia al obispo, hostal de peregrinos y depósito de jóvenes casaderas. En 1801 el obispo lo cedería para fábrica de tabacos.
El sistema docente pasaba por las manos de la iglesia con dos escuelas de latinidad. Alicante carecía de universidad ya que esta se encontraba en Orihuela.