Los comerciantes, las capas medias y las capas bajas.
Los no privilegiados formaban la gran masa de la población. La diferencia económica era muy patente en este sector, ya que en la capa más inferior es muy pobre y la capa más elevada nada tenían que envidiar a los privilegiados. Alicante poseía una economía marítima y por lo tanto los mercaderes y comerciantes merecen una especial atención. Estos por sus ganancias poseían un lugar privilegiado. Tanto el mayorista, conocido como el comerciante de puerta cerrada, que se llevaba el mayor porcentaje de ingresos, y el minorista o botiguer que no superaba las 400 libras de ganancias. Luego están aquellos comerciantes que no estaban ni avecindados ni matriculados en la ciudad. Dentro de este grupo la colonia mercantil francesa ocupó durante el siglo XVIII un lugar destacado. Los italianos eran el grupo más numeroso representando el 48% de los inmigrantes entre 1709 y 1730 y el 81% entre 1763 y 1769 en la parroquia de San Nicolás. Dado su actividad y posición social no es raro que los comerciantes fuesen el grupo más abierto y con mayor ascendencia.
Las capas medias.
Pertenecientes a un nivel medio de rentas, la capa campesina formada por propietarios y arrendatarios aunque también se puede incluir los artesanos y miembros de la administración municipal y real.
Los labradores eran individuos que explotaban tierras suficientes para su propio mantenimiento y el de su familia. Estos aportaban el 5’8% de la renta global. En un mismo nivel o muy cercano a él se encontraban los arrendatarios con un 0’5% de la renta global.
En cuanto a los artesanos que podemos dividir sus ganancias en los que más ganaban que eran los plateros (72 libras) y en el extremo opuesto los productores de esparto y cáñamo (en torno a las 30 libras). Entre medias de estos estaban los oficios dedicados a la alimentación, metalurgia y textil. En 1803 en Alicante había 10 gremios.
También los miembros de la administración real y municipal ocupaban un lugar en esta capa social, donde los ocho miembros de la administración municipal ganaban 425 libras de renta anual y los de la administración real formado por 30 individuos llegaban a las 307 libras.
El grupo de profesionales obtenían ingresos según el papel que desempeñasen, por ejemplo los médicos, algunos pasaban las 400 libras y ninguno bajaba de las 80. Los escribanos algunos pasaban de las 200 libras, otros no llegaban a las 100 y la minoría no pasaban de las 20 libras.
Las capas bajas.
La mayor parte de la sociedad alicantina se encontraba en este sector con un nivel económico muy inferior a los anteriores mencionados, rayando incluso la subsistencia. Los jornaleros agrícolas, su recurso era el trabajo de la vid que necesitaba de mucha mano de obra. Como los beneficios no eran suficientes se echaba mano de otros recursos como la mano de obra femenina que tenía un papel relevante, dedicándose a la hilaza y manufactura del esparto. Los beneficios de los jornaleros no pasaban de las 20 libras en el mejor de los casos. En el último escalón de ingresos están los pescadores y marineros, muy pocos superaban las 50 libras y la mayoría estaban entre las 11 y 20 libras anuales.