Otra actividad económica que floreció en el XVI y que se desarrolló en siglos posteriores fue el de la nieve, aprovechando las especiales condiciones climáticas de las montañas, y que se destinaba en verano para refrescar el agua, la fabricación de sorbetes o la conservación de productos frescos. La nieve se recogía en invierno en abrigos en principio naturales para reservarla; con posterioridad estos abrigos fueron construidos artificialmente. En Castalla se conservan varios como el de Catí, el Carrascal, el Maigmó, o el de “Briga”, aunque son construcciones de Edad Contemporánea. La nieve una vez compactada se convertía en hielo y se resguardaba hasta la llegada del verano cuando por medio de cabalgaduras era transportada a los núcleos urbanos para su consumo. Se trasportaba a los municipios del sur de Alicante, las Islas Baleares e incluso el norte de África.
La producción de miel y cera era también importante debido a la gran cantidad de terreno arbóreo que había disponible que a su vez proporcionaba gran cantidad de madera. Hay que destacar que los montes de Castalla, al igual que los del resto del reino, en el siglo XVIII estaban deforestados debido a la acción de los pastores, la roturación de nuevas tierras de cultivo y la utilización de madera. Cavanilles hablaba así de la deforestación: “He notado en mis viajes sumo descuido en la conservación de árboles y montes; que el abandono de estos ha llegado al colmo y que pide un remedio pronto y eficaz. Quieren algunos atribuir la escasez de leña al increíble aumento de la población que se observa en el Reyno de un siglo a esta parte,”. La importancia de la masa arborea de la villa ha quedado fosilizada en la toponimia de algunos lugares del término como El Carrascal.
Por último, una de las actividades más importantes de la zona, y que también nombraba Cavanilles, era la recolección de plantas medicinales. En el caso de Castalla destacaba la abundancia de romero y aliagas junto con otras plantas medicinales como la albahaca, la artemisa, el cantueso, la buglosa, el eneldo, la fumaria, el solano, el meliloto, la parietaria, la pimpinela, etc.
Deja un comentario