Durante el siglo XVI, pero también el siguiente, numerosos lugares de la comarca se plantearon acceder a nuevos estatutos jurídicos más elevados que les reconocieran su autonomía frente a otras municipalidades. Para ello contaron con las necesidades perentorias de capital de una corona endeudada que conseguía mediante las segregaciones unos magros ingresos.
El lugar de Ibi, pertenecía desde 1420 a Xixona, que le compró por 44.000 sueldos a su anterior propietario, Francesc de Patina, y lo convirtió en un barrio suyo. En 1578 Ibi obtuvo su desmembramiento como universidad separada de Xixona pagando 6.000 ducados a la corona.
En otros casos fueron los señores los que se aprovecharon de estas ansias autonomistas, por lo que en 1584 el lugar de Muro compró al conde su segregación de Cocentaina, obteniendo el privilegio de universidad y villa. Banyeres de Mariola y Alfafara, vinculadas a la villa de Bocairent, se segregaron de ésta en 1628.
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