Una actividad económica importante era también la ganadería. Fue Guillem Jaques el primero que figura en el “llibre de Vàlues de la peyta” de 1371 como poseedor de una importante cantidad de animales. Eran en total 60 vacas, 10 yeguas, 5 mulas, 300 cabras, y 500 ovejas.
Sería a finales de 1398 cuando el censo de ganado de Castellón comprende 1339 cabezas de lanar, 70 de bovino, 11 de caballar, 334 de cabrío y 278 de porcino. Hay que destacar la importancia de estos últimos ya que incluso se llegaron a promulgar ordenanzas para la guarda de piaras, la dula y los daños causados los animales a toda clase de cultivos.
La mayor parte de la actividad económica de Castellón de la Plana estaba concedidas en regalías y serían empresas cárnicas como hemos dicho anteriormente. En Castellón habían diez carnicerías importantes a las que se les podía añadir otra de menos importancia con una producción total de de 64 sous y 11 diners en 1420. Esta actividad comercial tuvo un comportamiento similar a lo largo del siglo XV hasta llegar al último tercio que bajo un poco. Fue la ganadería de Castellón muy importante para el abastecimiento de Valencia puesto que no se había otras oportunidades de comercio de ganado en las cercanías tan desarrollado como Castellón.
Las ferias medievales de Castellón fueron otra actividad importante. La primera data del 9 de Mayo de 1269. Más tarde se daría permiso para celebrar más ferias anuales que comenzarían el 10 de octubre y durarían 10 días.
Ya en el siglo XIV es Jaume II el que a cambio de 50000 sous permite la utilización de suelo público en calles y plazas para realizar otra feria comenzando el 7 de Febrero de 1302. Es con Alfonso IV en 1334 cuando consiguen ampliar la feria del 10 de octubre hasta quince días contados ahora a partir de la fiesta de San Lucas.
No hay ninguna novedad hasta 1444 con la reino doña María que concede la “fira del retorn” empezando el 25 de Abril y con duración de 15 días también. Los ediles de Castellón llegaron a la conclusión que la feria se podría trasladar hasta el 22 de enero pudiendo sacar el municipio más provecho en estas fechas.
En estas ferias la actividad comercial era el pan de cada día puesto que acudían de muchos lugares bruners (vendedores de telas de baja calidad y color pardo), los mercers (comerciando de cosas de poco valor), los manyans (cerrajeros), peleteros, vendedores de astas y lanzas, vendedores de candelas, expendedores de “draperia de frança” (comerciaban con productos de cuero y pieles de macho cabrio y cabra), etc.
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