Violencia en la sociedad (Manuel Gómez)

En época medieval los vecinos de Castellón recurrían con frecuencia a las manos y a las armas para zanjar sus conflictos. Ahora bien, bajo la calificación de “violencias” que recogen los documentos, pueden considerarse agresiones de naturaleza y gravedad muy distinta. Dejando aparte la violencia institucional, epresentada especialmente por la tortura procesal y las penas corporales dictadas por el justicia, hay que diferenciar entre las peleas que estallaban de manera casual y los ataques premeditados, que a menudo se inscribían en el ciclo de venganzas que caracterizaban las luchas entre bandos. Con mucho, las violencias más usuales eran las peleas espontáneas (un 90% de las agresiones), que podían ir desde una riña callejera entre vecinos hasta incidentes graves, donde se esgrimían cuchillos y a veces se vertía sangre. En la mayoría de estos enfrentamientos casuales, casi siempre protagonizados por hombres, los implicados acababan amenazándose con armas, mientras el resto se dirimían a golpes. En contraste con este trasfondo cotidiano de peleas casuales, el otro 10% eran ataques premeditados contra víctimas desprevenidas, con una intención homicida o, al menos, de causar graves daños.

Podemos ver que se producían enfrentamientos en una pequeña ciudad, donde, lejos de visiones idílicas vecinos de la mas diversa condición social se veían implicados en incidentes violentos. 


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