El estudio demográfico para localidades del Reino de Valencia en la Edad Moderna resulta complicado por varias razones. En primer lugar tenemos el escaso número de fuentes existentes para tal propósito. En la práctica estas quedan reducidas a los registros parroquiales y a los vecindarios generales, al menos hasta el siglo XVIII, momento en el que el Estado empieza a mostrar interés por conocer el número de habitantes del territorio que controla a través de censos. En segundo lugar, estas fuentes no son capaces de ofrecer una visión fiable del poblamiento de la región estudiada, pues en ocasiones nos ofrecen una imagen parcial y borrosa de la demografía por su irregular elaboración y el interés de determinados individuos en no aparecer en listados que se usaban para marcar el pago de impuestos. Estos son los incovenientes que encontramos a la hora de estudiar a la población dianense antes de la expulsión de los moriscos, por lo que intentaremos dar aquí una visión amplia y aproximada del tema a pesar de ellas.
Tras un período de crisis como el marcado por el siglo XIV, el siglo XV significa una recuperación a todos los niveles, incluida la demografía. No disponemos de datos concretos para esta época en la ciudad de Denia o en el territorio del marquesado, pero es probable que Denia se insertase en la corriente de crecimiento poblacional una vez superadas las dificultades del siglo anterior.
El siglo XVI se inicia con el mismo ritmo de recuperación aunque éste pronto se vio truncado por el desarrollo de la primera Germanía, cuya conclusión provocará incidencias demográficas que modificarán la tendencia positiva que había seguido la población dianense desde el siglo XV. Las muertes causadas por las batallas de los agermanados supusieron un descenso del número de pobladores de la ciudad del marquesado, pero aquí también hay que tener en cuenta las repercusiones negativas de los pillajes y la desorganización económica derivada del período bélico que se vivía. También son importantes para explicar el cambio de tendencia en el crecimiento poblacional el coste de los ejércitos que se abastecían sobre el terreno y el asalto a varias morerías.
1530 es aproximadamente el año en el que la población de la provincia de Alicante (Denia incluida) toca fondo tras las dificultades ya explicadas, y a partir del cual inicia de nuevo su recuperación. La misma es más marcada para los lugares con escaso poblamiento morisco, pues estos tendieron a emigrar hacia otras zonas (sobre todo al norte de África). El marquesado contaba con tres poblaciones de predominio cristiano (Denia, Jávea y Pego) y en 1570 habían 986 casas de cristianos nuevos frente a las 906 de cristianos viejos. Aún así, en Denia el crecimiento del siglo XVI es alto pues los moriscos no emigraron, sino que aumentaron o duplicaron su número durante el siglo XVI. Este crecimiento morisco se paró en seco con la orden de expulsión de los mismos, asunto de cuyas consecuencias demográficas hablaremos en otro artículo.
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