Desde Lisboa, el pretendiente austriaco junto a una flota anglo-holandesa se echó a la mar hacia Aragón. El 8 de agosto de 1705, llegaron los confederados al frente de la ciudad de Alicante, rechazando ésta las proposiciones hechas por el grupo austracista. Prosiguieron entonces adelante, dando fondo en Aleta, donde acudió desde Ondara un don Juan Gil, antiguo capitán del regimiento de Saboya, al cual entregaron cuatrocientos fusiles y algunos tambores, para que levantara y armara partidas de paisanos en la comarca dejándole cartas para el arzobispo de Valencia, el conde de Cardona, y otros de su partido.
Desde Altea se dirigió parte de la armada a Denia, donde desembarcó Juan Bautista Basset y Ramos que, congregado el consejo general de la, y de acuerdo todos con el gobernador, que lo era entonces don Felipe Antonio Gavilá, natural de la misma población, se resolvió franquearles las puertas y entregarles las llaves de la ciudad y castillo.
Al día siguiente, 17 de agosto de 1705, desembarcaron los ingleses y se proclamó solemnemente a Carlos III de Austria como rey legítimo de España en la plaza mayor de la ciudad, acto seguido se cantó el Te-Deum, en medio de los repiques de las campanas y de las salvas de artillería.
Denia fue la primera ciudad de la corona de Aragón, que proclamó a Carlos III y desconoció a Felipe V, señalando que en todos los documentos de aquel tiempo siempre vemos nombrado al primero como legítimo rey y señor, que Dios guarde, y al segundo con el título de Señor duque de Anjou.
El 9 de septiembre del mismo año pusieron sitio a Denia las armas de Felipe V, que después de algunos días hicieron avance sobre la plaza sin obtener resultado alguno, por lo cual prendieron fuego a las casas del arrabal, talaron los frutos que quedaban sin coger y quemaron árboles y algunas casas de campo.
Para la defensa de Denia no tenían los rebeldes sino un solo cañón, pero don Juan Gil, que había acudido con sus paisanos armados, supo engañar las tropas sitiadoras figurando cañones de troncos pintados y haciendo hileras de bultos que imitaban hombres. Al día siguiente al avance, don Luis de Zúñiga levantó el sitio y lo convirtió en bloqueo.
Durante el bloqueo de Denia desembarcó un refuerzo de dos mil ingleses, con lo cual Basset tomó aliento para la empresa que meditaba sobre Valencia, donde el conde de Cardona tenía preparado lo necesario para que, al presentarse las tropas del Archiduque, le proclamase aquella capital.
Tras dos semanas de un segundo sitio de la ciudad, el 17 de noviembre de 1708 Denia entregó el castillo quedando prisionera de guerra y los
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