La toponimia es una disciplina de la onomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar. El término «toponimia» deriva etimológicamente del griego (tópos, «lugar») y (ónoma, «nombre»). Gracias a esta disciplina podemos extraer información del nombre de una ciudad, para situarla en el tiempo y entender parte de su significado.
Sobre el nombre de Villa Joioisa se ha dicho muchas cosas, en especial hay quien piensa que significa la joya de la Villa, mientras que otros cronistas como Pedro Antonio Beuter propuso que los griegos de la Jonia, en época colonial, fundaron una urbe a la que, en rememoración de su origen, llamaron Jona, que con el paso del tiempo habría pasado a llamarse Jonosa y Joiosa. Otra propuesta vino de la mano de Rafael Martí de Viciana que nos dice en 1566:
«El nombre de Villajoyosa fue tomado de villa de choças, porque los primeros fundadores della fueron ciertos pescadores, que hallaron en aquel paraje hauer muy grande y cierta pesquera: y comenzaron de hazer choças».
Todas estas hipótesis, de las que algunas han calado en la creencia popular, carecen de la más mínima base histórica y conviene aclarar que en realidad el nombre compuesto de Villa-Joyosa tiene un origen romance y por lo tanto no es anterior al año 1300 cuando fue fundada por Bernat de Sarria mediante Carta Puebla en vida de Jaime II de Aragón.
Lo de Villa-Joyosa procede de la voz, gozosa, alegre, y la razón de este nombre se debe a la necesidad de tener un nombre atractivo que reflejara el encanto del lugar, para atraer colonos al nuevo asentamiento. Existen otros topónimos creados en la misma época, creados en las mismas circunstancias como Vista alegre o Vistabella.
En definitiva, nos encontramos ante un topónimo de época medieval, creado con un claro objetivo de repoblación, en un momento delicado y tumultuoso de nuestra historia en la que la nueva puebla se encontraba rodeada de núcleos de población morisca.
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