La figura de la mujer es la gran desaparecida de la historia. Desde la antigüedad en Egipto y Mesopotamia, hasta la Edad Contemporánea del siglo XX, apenas encontramos unos párrafos que hagan mención a su presencia y manifestaciones. Al estudiar la Historia, parece como si los acontecimientos políticos, militares y culturales hayan sido vividos sólo por hombres, sin mujeres de por medio. En contra de esta afirmación, habría que decir, que ellas también participaron y sufrieron las guerras y las crisis, tuvieron algunos grados de poder, y llevaron a cabo aportaciones en todos los terrenos de la cultura, por lo que tenemos que preguntarnos en primer lugar, a que se debe la ausencia de cualquier mención sobre las mujeres en la Historia.
La cuestión es tan simple, como entender que la gran mayoría de estudios sobre el pasado, sólo ve la superficie a simple vista, y no el trasfondo donde casi siempre ha permanecido la mujer. Por lo que mientras sigamos valorando el simple acontecimiento no hallaremos a las mujeres. Lo acertado seria ampliar el horizonte de estudio elaborando un discurso histórico donde la mujer tenga cabida. Por lo tanto, no es tanto la importancia que tiene un género con respecto a otro, sino la visión con la que se afronta el estudio de la historia en la actualidad.
Durante la Edad Media y Moderna la población se contaba por familias, y no por personas; esto ha hecho que su imagen se desvaneciera, lo que ha provocado que su tarea aparezca minimizada, a pesar de que su labor era primordial para el funcionamiento de la familia.
En las ciudades, como todos sabemos, los cargos administrativos y políticos eran ejercidos por hombres. Sin embargo podemos decir, sin miedo a equivocarnos que estuvo presente en todas aquellos oficios profesionales; En ese aspecto hay que romper con el tabú de creer que las mujeres no trabajaban, ya que en realidad nunca han dejado de hacerlo. Conviene recordar que el sector agrícola era el que mayor número de mujeres empleaba, pero más allá de las labores domésticas y del campo, había un gran número de mujeres que practicaban el comercio menor en la ciudad, vendiendo productos que ellas elaboraban, de hecho, existían gremios exclusivamente femeninos dedicados a la artesanía del textil como la confección de vestidos y de productos de lujo. Así mismo, también fueron importantes en la docencia y en el ámbito de la medicina.
Otro elemento que demuestra su presencia activa dentro de la Historia, es dentro del folklore: La tradición oral, la gastronomía, las canciones, las leyendas, la música… son algunos de los elementos que permiten preservar la cultura de un pueblo y en todos ellos la mujer ha participado activamente en las festividades ya sean estas religiosas como populares. Sin esas manifestaciones, difícilmente puede perdurar una cultura, por lo que hay que subrayar su papel de preservar la memoria colectiva y la tradición dentro de una misma cultura.
Independientemente, podemos encontrarlas en las fuentes realizando tareas defensivas: En la página 295 de la III parte de LA CRÓNICA DEL REINO DE VALENCIA, en el apartado de Villajoyosa del historiador Rafael Martí de Viciana, escrito en 1564 podemos leer:
El 29 de Julio de 1538, Zale Arrayz con.27, galeras y galeotas asalto de improviso esta tierra: y defendieron tan bien, que con harta pérdida de los suyos tuvo que levantar el cerco. En esta jornada las mujeres sirvieron mucho a sus maridos y defensores con darles a comer y beber , subir cantos al muro, que más varones que mujeres parecían.
También aparecen mencionadas en el libro decimo de la II PARTE DE LA DÉCADA PRIMERA DE LA INSIGNE Y CORONADA CIUDAD DE VALENCIA, En el apartado de la Villa de Villajoyosa del historiador Gaspar de Escolano, escrito en 1611.
Estos tomaron tierra, y talando los campos, se vinieron a poner sobre Villajoyosa, y con el mucho aliento y favor de la mucha morisma que havia en aquella comarca, le dieron a escasa vista un asalto. Pero como ningún entretenimiento sea de más gusto para los de aquella villa, que el de las armas, se defendieron maravillosamente: lo que bastará a hazer solas las mugeres, que según son de suyo belicosas, discurrian por la muralla sin temor, proveyendo de armas y municiones a sus maridos. Y el rato que holgavan arrojavan sobre los Turcos un granizo de piedras, con que los derribaban aturdidos.
Lo que estos textos no enseñan es el protagonismo y la importancia de las mujeres para la defensa de la Villa, y al mismo tiempo su inclusión dentro de las crónicas que se escribieron. Son unas pocas líneas de un grueso volumen, pero demuestra su presencia dentro de los grandes acontecimientos de la Historia.
Actualmente los estudios sobre las mujeres son escasos, y están claramente separados de los grandes relatos y no integrados en un mismo discurso histórico. De alguna manera, seguimos engañándonos pensando que la historia solo lo ha impulsado la mitad de la población, dejando los estudios de las mujeres en otro ámbito de conocimiento. En mi opinión, sigue siendo una forma sutil de engañarnos.
Comments
8 responses to “LA MUJER, ENTRE LA HISTORIA Y EL OLVIDO”