Hay otros grupos identificados al margen del grupo religioso que profesen. Por ejemplo, conocemos la existencia de bandoleros que habitaban en las cuevas y que asaltaban a los comerciantes en los caminos. También fue notoria la presencia de agricultores que trabajaban con la cebada, el centeno y el trigo, artesanos que trataban con el esparto y comerciantes.
Por otra parte, existe una serie de eventos concretos que marcan las directrices de mudéjares y cristianos.
En 1502, se establece que todos los mudéjares residentes debían convertirse al cristianismo. Se les conocería como moriscos . Dicha medida, fue el inicio del arduo proceso que representa para dichas comunidades el siglo XVI. En 1526, Carlos I reincidió en ésta circunstancia con sus medidas. Si bien dio un paréntesis a los cristianos, manteniendo costumbres, creencias y otros rasgos. Esta presión se notó en la Morería de Monforte, que vió drásticamente reducido su número de inquilinos.
En 1557, Felipe II, les hace cambiar nombres y otra serie de rasgos distintivos. La situación es forzosa. Este caldo de cultivo, eclosiona con la revuelta de las Alpujarras, que dio lugar a un éxodo masivo de moriscos hacia Castilla.
Consecuentemente, Monforte vió reducida su población de forma drástica en lo que a mudéjares se refiere. En 1609, con la expulsión, queda una sociedad totalmente cristianizada.