En esta entrada analizamos brevemente algunos de los aspectos clave en la vida cotidiana monfortina del mundo moderno.
EDUCACIÓN: En lo que respecta a la formación de los niños, sabemos que no había escuela. Empezaban a trabajar a los 6 años. Normalmente, dedicados a labores del campo o a las manufacturas de esparto. Las niñas eran educadas en labores del hogar. La enseñanza era tutelada por el párroco de la iglesia, los domingos tras la misa daba lecciones sobre el catecismo. No era muy habitual que un párroco supiese leer y escribir. No en vano, en torno al 95% de la población monfortina, era analfabeta.
En cambio, los mudéjares provenían de un entorno mucho más potenciado a nivel cultural. Sabían leer y escribir en su mayoría. Eran instruidos por el alamín.
SERVICIOS SANITARIOS: No podemos interpretar estos términos en clave actual. Sabemos que la asistencia sanitaria era otorgada en la ermita de la Sangre de Cristo. Ubicada en la actual calle Sangre de Cristo. Era una ermita regida por una cofradía, que a su vez estaba liderada por un mayordomo que daba asistencia sanitaria a personas moribundas. De esta guisa, el moribundo moría dentro de un recinto religioso. Por añadidura, servía para evitar los contagios.
De hecho, era común como lugar de partos. Así como que los cofrades encontrasen matronas y un hombre y una mujer que atendiesen a los enfermos.
MUDÉJARES: La destrucción de la Morería de Valencia, favorece mucho su llegada a una jornada de camino. Con su llegada, empiezan a ayudar las partidas almogávares granadinas. Aumentando de esta forma el bandolerismo. Además sabemos que compraban casas en Elda y terrenos en Monfort para consolidar sus comunidades en la zona. Muchos de ellos deseaban convertirse en vecinos de Monfort, comerciaban largos tiempos antes. Una vez en la morería de Monfort, se alojaban en casa de un familiar o conocido, bajo la tutela del alamín y dedicándose a labores de campo. Tras pagar impuestos al Consell, eran reconocidos como vecinos de Monfort.
CRISTIANOS: Tras la conquista Castellana empiezan a llegar a Nompot (otrora como se conocía). A final del siglo XIII, los efectos de la repoblación cristiana se hicieron de notar en Monforte. Son más numerosos que los musulmanes. Si tenemos en cuenta que era un territorio de dominio cristiano, la población sale favorable a los musulmanes.
Había tres rangos de familias: Sancho Caparrós y Miguel Pujalte eran familias de alto rango, la familia Mirambell era de rango medio y el resto eran familias de ciudadanos menores, en su mayoría campesinos. Los de Orihuela y Alicante, demandaron la exportación masiva de los mudéjares que integraban la morería de Monfort.
JUDÍOS: No se ha documentado su presencia en Monforte del Cid. Si bien fueron una minoría en todo el territorio valenciano.