EL DESARROLLO TEXTIL EN LAS ALDEAS DE MORELLA

Veremos aquí el origen del desarrollo de la industria textil en el ámbito de las aldeas de Morella, no en la propia villa ya que su desarrollo fue muy precoz (desde las primeras décadas del Trescientos).

Las aldeas de Morella tuvieron un comportamiento diferente, no solo por la cronología de su desarrollo textil, sino también por las características y organización de su producción.

Lo que buscaron fue una especialización productiva orientada al mercado, principalmente de elaboración de paños, lógicamente en una comarca donde la ganadería y la consiguiente producción de lana constituía un elemento importante de su estructura productiva. La abundancia de esta materia prima suponía necesariamente la existencia de una cierta producción manufacturera, aunque fuera para abastecer las necesidades de vestimenta local. Pero interesa más que esta actividad su desarrollo para una producción especializada destinada al comercio, que superaba el simple estado de producción doméstico, basado en productos de baja calidad (en muchas ocasiones sin tintar) destinados a satisfacer las necesidades de autoabastecimiento local, para evolucionar a productos mejor acabados y susceptibles de entrar en los circuitos de comercialización.

En este sentido, la manufactura textil experimenta un auge importante en la zona septentrional del País Valenciano (Ports de Morella y Maestrat) a finales del siglo XIV. Durante sus dos últimos decenios hay indicios de un incremento considerable de la actividad textil que ya no se limita a la villa de Morella (de características urbanas o semiurbanas), sino que se están también por las diversas aldeas provocando importantes cambios en su estructura productiva.

Precisamente en las dos últimas décadas del XIV existieron conflictos en diversos pueblos en torno al oficio de paraire (podría traducirse como “pelador”), aquél que se encargaba de comprar y preparar la lana previa a la transformación en paños. Hasta ese momento se trataba de un monopolio, una función especializada encomendada por consejo municipal a un profesional, que tenía garantizada la exclusividad. En las aldeas de Morella era un oficio municipal, una especie de menestral público que daba servicio al pueblo a un precio ya fijado previamente.

En estos pueblos del norte, el ciclo del trabajo textil se reducía, aparte de la preparación previa de la lana, a tejedores y peladores. En la villa de Morella se encontraba a veces algún vecino cualificado como tintorero, cardador o peinador, pero normalmente estas etapas finales del acabado de los paños se encontraban  comprendidas en el amplio abanico de tareas que caracterizaban el oficio de pelador.

En las poblaciones pequeñas había dificultad para establecer categorías profesionales. Los notarios de las aldeas no solían adscribir una indicación profesional a los vecinos que aparecían en sus registros, a diferencia de lugares de mayor entidad como Valencia y, en menor medida Morella, que solía ser el único identificador que acompañaba al nombre.

Esto no quiere decir que no existiera actividad artesanal, que había y mucha, sino que en muchas ocasiones era de un nivel exclusivamente doméstico que no provocaba una especialización como para que los escribanos públicos asignaran una denominación profesional.

Esta aparente falta de profesionales de la manufactura textil no es tal ya que hay indicios, como la aparición de abundantes madejas de lana hilada o incluso de paños crudos. Todo conduce a pensar en una abundante mano de obra que, junto a sus tareas agrícolas y ganaderas, se ocuparía también de otros muchos oficios que requerían poca especialización.

 


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