Valoración

El estudio del pasado es más complejo de lo que pensamos, ya que un historiador aparte de recolectar información, debe analizarla y lo más importante y como objetivo final debe compartirla con el resto siendo lo más objetivo posible a los hechos.

Este trabajo nos ha permitido darnos cuenta de que el historiador primeramente debe hacerse a si mismo teniendo un gran sentido de la autocrítica, para llegar a difundir con éxito sus trabajos.

Al inicio, la historia se transmitía de manera oral, sin embargo, con el paso del tiempo y con la aparición de la escritura, las fuentes escritas tomaron prestigio a la hora de ser las fuentes por excelencia de consulta para el historiador. A partir de los años 50, y con la aparición de varios medios (la radio, la televisión y posteriormente Internet) los historiadores empezaron a darse cuenta que las fuentes orales también eran muy valiosas y que merecían ser analizadas en la investigación de sus trabajos.

No pretendemos opinar sobre si una es mejor que la otra, creemos que tanto fuentes escritas como fuentes orales deben ir de la mano para ayudar al historiador o investigador en su trabajo. En nuestro proyecto hemos necesitado de las dos: las fuentes escritas nos ayudaron para introducirnos en el marco cronológico que estábamos estudiando y las fuentes orales constituyen el centro, resultado y difusión de nuestro trabajo.

Toda esta investigación, nos ha llevado a las siguientes conclusiones:

La historia no sólo la forman los grandes hechos o los grandes personajes, sino que también la forman todos aquellos elementos que son parte de nuestra cotidianidad, por lo tanto toda la sociedad formamos parte de una memoria colectiva.

A través de las historias personales, se rescata parte de la identidad, de la cultura de un lugar y de aspectos de un pasado muchas veces olvidado.

Las fuentes orales, promueven la construcción colectiva de un pasado próximo.

Para finalizar, este trabajo nos ha ayudado a abandonar la actitud pasiva que todo estudiante tiene ante la búsqueda del conocimiento, de manera que nos ha acercado un poco más ante el importante trabajo de un historiador, a tener capacidad de autocrítica, a saber difundir y transmitir parte del conocimiento al público. En pocas palabras, nos ha ayudado a saber construir una parte (aunque sea pequeña) de la historia.

 

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