Cargos municipales menores en Orihuela

Siguiendo con los cargos municipales, en este apartado hablaremos de los cargos menores de la ciudad de Orihuela. Unos cargos que estuvieron marcados por el conflicto entre poder real y el municipal por su control, ya que estos oficios eran muy atractivos para ambas partes. El gobierno central aspiraba a asignar dichos empleos más bien con motivo recaudatorio (como es el caso de las escribanías) y el local para un mayor control de la ciudad.

Comenzaremos con el abogado y el asesor ordinario de la ciudad tuvieron un papel relevante en el concierto municipal, su papel principal era defender los derechos, fueros y privilegios de la ciudad y elaborar soporte jurídico ante sus reivindicaciones. Los personajes que ocuparon estos cargos destacaron por su afán de promoción en la administración y por un marcado carácter de perpetuidad en sus funciones. Fueron un foco de disputa entre la oligarquía local y el poder regio, que se resolvió con la elección trienal de los cargos por parte de la ciudad, pero eso sí, contando con la autorización del virrey.

Síndico ordinario y subsíndico eran dos cargos que tenían como funciones principales salvaguardar los derechos del vecindario y cobrar las deudas debidas al erario público. El cargo del síndico solía recaer en un miembro del Consell y solían cobrar unas 30 libras anuales. El de subsíndico era ocupado por un notario debido al carácter más burocrático de dicho oficio y cobraba sobre las 16 libras anuales. Estos cargos eran nombrados por el Consell, otorgando a dicha oligarquía que lo controlaba, un gran poder que diversos visitadores reales observaron en sus visitas e intentaron revocar con la petición de una serie de reformas, pero estas no fueron a buen puerto y el Consell siguió ostentando dicha atribución.

El escribano era el encargado de formalizar por escrito lo ocurrido en los consejos, protocolizar las escrituras suscritas por el municipio entre otras funciones. Estos cargos recaían en particulares expertos en dicha materia y el cargo era de carácter vitalicio, estos eran elegidos por la entidad regia que recibía ingresos por su enajenación. Fue una vieja aspiración por parte de la oligarquía su control, pero no consiguieron dicho objetivo.

Racional, era el encargado de supervisar, revisar y definir las cuentas presentadas por el clavario, cobraba un sueldo de 30 libras al año. Este cargo era de duración trienal y elegido por la autoridad regia, lo que proporcionaba al reino un mayor control sobre las finanzas locales. En la práctica en la ciudad oriolana fue un cargo sin mucho peso, e incluso estuvo vacante durante periodos del siglo XVII pese a una subida de sueldo para atraer a los ciudadanos honrados y caballeros de la ciudad.

Clavario, oficio que tenía la potestad en la cobranza y libranza de ingresos y gastos del municipio. Era un cargo anual elegido por la ciudad, era un cargo con mucha responsabilidad ya que era el encargado de administrar el dinero de la localidad y recibía un sueldo de unas 75 libras anuales.

Otra serie de cargos locales serían los contadores que ayudaban en las funciones contables, almotacén se encargaba de controlar las pesas y medidas utilizadas por los mercaderes, camarero que era el encargado del pósito municipal, sobresequiero el administrador del riego en la huerta, el obrero que velaba de la reparación del castillo y las murallas de la ciudad.

Almotacén
Almotacén

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