Si bien la mayoría de la población morisca en el reino de Valencia en el siglo XV estaba asentada en el ámbito rural y ejercía labores agrícolas, en la ciudad de Segorbe encontramos una comunidad morisca consolidada, sobre todo orientada a los oficios de la construcción y la alfarería En el ámbito de la construcción en Segorbe, a diferencia de lo que ocurría en lugares de Aragón como Daroca, no se daba el caso de que la minoría de albañiles musulmana fuese tan apreciada en base a una alta cualificación en técnicas constructivas de carácter mudéjar. En Segorbe simplemente eran albañiles que compartían el trabajo con sus homónimos cristiano. De hecho, ni siquiera suponían un porcentaje altamente considerables del total de los individuos dedicados a la construcción, ya que si a finales del siglo XV encontramos un total de 56 personas dedicadas a esta profesión, únicamente 14 de ellos eran moriscos.
De igual manera, y por lo que respecta a los jornales, eran generalmente contratados a soldada, pagando al maestro y a los peones una cantidad en metálico por jornada de trabajo realizada, cuya suma dependía del tipo de labor realizada y de la cualificación profesional. Además, tanto el almuerzo y la merienda como la provisión de materiales para las obras corrían a cargo del cliente. No queda claro que existieran diferencia entre los salarios percibidos por el personal cristiano y el musulmán, sino que ese matiz venia dado en función de la diferente cualificación profesión y el tipo de trabajo a realizar.
Por lo que respecta al trabajo de los moriscos en el ámbito de la alfarería, esta es también una constante que se atestigua además por todas partes en la franja mediterránea peninsular. En Segorbe, el trabajo de la alfarería, a diferencia de la construcción, mostrará el predominio del artesanado musulmán, quedando desvinculados en gran medida los cristianos, que preferían orientarse a otras actividades productivas como el textil o el cuero. Los musulmanes segorbinos complementaban su presencia en el ámbito de la alfarería monopolizando paralelamente el arrendamiento del derecho de las ollerías en el transcurso del siglo XV. En las primeras décadas del siglo XVI aparecen otros individuos que no son tildados de musulmanes y que trabajaban el sector de la alfarería. No se trataría de habitantes de la ciudad de Segorbe y su número no sería muy elevado. Ambas actividades acabarían definitivamente en 1609 con la expulsión de la comunidad morisca.