Como dijimos, hoy seguiremos con la rebelión de las Germanías y su influencia en la ciudad de Xàtiva. Dejamos el conflicto en sus inicios y comentamos los acontecimientos que llevaron a un pequeño conflicto local a convertirse en un conflicto nacional, un verdadero quebradero de cabeza para el mismo rey y un gran problema para las clases señoriales y la conservación del sistema político imperante.
En Xàtiva, como en otras muchas ciudades del Reino de Valencia, se constituye una verdadera junta revolucionaria que controlará la ciudad y que queda bajo total dominio de la burguesía local. Está junta tendió a la reducción de privilegios nobiliarios y a la prohibición del trabajo a los que no estuvieran adscritos a un gremio, entre otras muchas reformas que se radicalizaron con la muerte de Joan llorenç el líder más moderado de la revuelta. Vicente Peris le sustituyó y se hizo con el cargo de capitán general del ejército agermanado y principal líder de la rebelión en Valencia.
Como dijimos el fanatismo religioso también fue protagonista de esta rebelión y se sucedieron numerosos ataques contra los mudéjares y morerías del reino, como la de Valencia. También se extiendo hacia el territorio de huerta más allá de los núcleos urbanos y donde estaban asentados muchos nobles. El virrey de Valencia fue atacado y puesto en fuga y otras muchas batallas se libraron, como la de Gandía, Corbera u Orihuela.
En cierto momento del final de la contienda, pocos reductos agermanados quedaban, destacando Xàtiva, donde Vicente Peris se encontraba con sus tropas. Este marchó hacia Valencia con el grueso de la tropa pero no consiguió la fidelidad que esperaba y fue perseguido por el ejército realista hasta su casa que fue quemada, y él, y la mayoría de sus colaboradores, apresados. Finalmente sería ajusticiado el 4 de marzo de 1522 y con él parecía haber muerto la rebelión.
Solo dos escalones más le quedaban al rey para controlar la revuelta: Xàtiva y Alzira. No parecían peligrosos una vez muerto Peris, pero con lo que nadie contaba fue con la aparición de un misterioso personaje que aún hoy se recuerda en muchos pueblos y cuyo nombre está presente en muchos rincones actuales. Se trata de l’encobert, quien con incendiarios discursos y promesas hizo renacer la llama de la revolución que se había apagado con Peris durante unos días. Lamentablemente para los agermanados la llama volvería a apagarse, pero para saber más de este personajes deberemos esperar a la siguiente entrada que dedicaremos en exclusiva a su figura.
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