Los datos que se encuentran sobre el movimiento de la población de Xàtiva en los siglos XIV y XV proceden, la gran mayoría, de las fuentes de morabatí. Tan solo de forma complementaria se utiliza la información que nos da el impuesto del besant, que sólo afectaba a la población musulmana.
Los criterios que usaban los recaudadores eran los mismo en todo el reino, si bien, la documentación variaba según se tratase de los libros sobre los que se efectuaba el cobramiento o sobre los que los perceptores rendian cuentas sobre el maestro racional.
En Xàtiva, en los siglos XIV y XV, la población mayoritaria era la cristiana. La documentación del impuesto de morabatí lo agrupa bajo los epigrafes de la ciudad de Xàtiva.
El recinto urbano se dividía en tres parroquias: Sant Pere, Santa María y Santa Tecla. Y en cada una se inscribieron 605, 334 y 314 personas, respectivamente. Fuera de los muros de la ciudad lo hicieron 374 contribuyentes y finalmente, en la villa nueva, 47 personas.
Observando las fuentes, se puede ver que entre 1373 y 1469, para, posteriormente estancarse e ir ascendiendo poco a poco. La disminución es de un 47’4% entre ambas fechas, mientras que la recuperación es muy lenta en el espacio de los siguientes treinta años: 1469-1499, es decir, un 10’6% respecto a la población en el año 1469.
La tendencia general en todo el reino va marcada por un claro descenso al largo del siglo XV, con un punto de inflexión hacia una liguera alza que varían según las zonas, pero que se situan alrededor de los últimos años de la segunda mitad de esa centuria.
Estas diferencias cronológicas pueden ser debidas también a la naturaleza fiscal de la fuente que se usa para analizar los datos. La caída de la población es más drástica en los lugares pequeños, que, en algunos casos, incluso, quedaron despoblados, como ocurrió en Alzira.
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