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Turismo en Edimburgo

Para todos aquellos que deseen viajar a la cuna de Hume, podrá encontrar vuelos económicos o a módico precio. Una vez allí podrá descubrir una rica ciudad repleta de lugares a los que acudir. Entre ellos castillos y edificios emblemáticos:

– Castillo de Edimburgo: abre diariamente de 9 a 18 entre abril y septiembre y de 9 a 17 de octubre a marzo. Está situado en lo alto de una gran roca, en pleno centro urbano. En su interior destaca la pequeña capilla normanda de St. Margaret´s Chapel. En el recorrido por el complejo puede visitar las residencias reales, las joyas de la Corona y la Piedra del Destino, un bloque de arenisca con leyendas grabadas sobre el que se coronaba a los reyes escoceses.

– Castillo de Craigmillar: Está abierto de lunes a sábado de 9:30 a 18:30 de abril a septiembre, domingos de 9:30 a 16:30; y de osctubre a marzo de 14 a 16:30. Es una fortaleza construida en el siglo XV, que se yergue por encima de dos tramos de muralla con troneras. Fue refuigo de ls Reina María Estuardo. Llama la atención la celda de la prisión, equipada con instalación sanitaria. Dista a 4km del centro, hacia el sudeste. Para llegar allí se toma un autobús desde Princesa St hasta Old Dalkeith y luego se recorren 500 m a pie por Craigmillar Castle Rd.

– Palacio de Holyroodhouse: Con un horario de apertura diariamente de 9:30 a 18:30 los meses de abril a octubre y de 9:30 a 16:30 de noviembre a marzo. Está ubicado al final de Royal Mille. El edificio barroco se asienta en las laderas del Holyrood Park. Es la residencia oficial en Escocia de la Reina Isabel II, pero su celebridad se debe a que fue el hogar de la Reina María Estuardo en el siglo XVI. El palacio permanece cerrado durante las estancias de la familia real y durante actos de estado. La visita guiada comprende algunas dependencias reales que incluyen la sala del Trono y el Comedor Real y finaliza en la Great Gallery. Lo más destacado del recorrido es la cámara de la Reina María Estuardo, que estaba conectado por un pasadizo secreto con el dormitorio de se esposo.

Jardines placenteros, que varían su extensión desde pequeñas franjas hasta varias hectáreas, salpican de verde la ciudad y realzan las construcciones más notables que acompaña. Infinidad de monumentos históricos se cuelan entre las edificaciones y parques recordando la riqueza histórica de la ciudad:

– Parque Holyrood: Tiene una apertura al público diaria de 9:30 a 17:15, aunque en invierno cierra a las 15:45. Está contiguo al palacio y es una extensa zona de campo que servía de coto de caza para la realeza. Hoy día es un popular parque con una extensión de 263 ha. en ñas que se alternan diversas clases de paisajes que incluyen grandes peñascos, brezales y lagos. El punto más alto se conoce como Arthur´s Seat, una colina de 251m de altura, volcán extinto y símbolo de Edimburgo.

– Jardín botánico de Edimburgo: Está abierto diariamente de 10 a 19 de abril a septiembre y de 10 a 16 de noviembre a febrero. Esta localizado al norte de Stockbridge. Sus 28 ha. ajardinadas esconden espléndidos invernaderos victorianos, coloristas ringleras de rododendros y azaleas y un jardín rocoso famoso en todo el mundo.

– Calton Hill: Está situado al este del centro, en vía Waterllo. Es la acrópolis de Edimburgo que con sus 100 metros de altitud se eleva imponente en la parte este de Princess St., un espacio abierto salpicado de monumentos neoclásicos. Alberga una de las estructuras más desconcertantes de Edimburgo, el Monumento Nacional, un partenón inacabado que, concebido como monumento a los caídos en las guerras napoleónicas, comenzó a construirse en 1822. La falta de fondos evitó su culminación. La torre cercana, Nelson Monument, conmemora la victoria en Trafalgar y proporciona buenas vistas de Edimburgo. El estilo clásico continúa en la cima, en Dunca´s Monument y en el antiguo City Observatory, diseñado por William Playfair en 1818 a imitación de la torre de los Vientos de Atenas.

– Grassmarket: Está situado al sur de Royal Mille y ha sido siempre un punto de referencia esencial de Old Town. Antiguo emplazamiento de un mercado desde el siglo XV hasta comienzos del XX, allí se celebraban ejecuciones públicas. Un monumento en el extremo este, justo donde se montaban las horcas, recuerda el martirio que sufrieron en ese lugar. En la espaciosa plaza abierta, ribeteada por altos edificios de vivienda y dominada por el imponente castillo, hay varios pubs y restaurantes muy concurridos.

– Plaza de Charlotte: Está situada en e extremo este de George St. Fue diseñada por Robert Adam en 1791. La parte norte de la plaza constituye la obra maestra del artista. La Bute House, en el número 6, es la residencia oficial del Primer Ministro. Al lado se encuentra la Georgian House, que permite conocer como vivía la clase privilegiada de Edimburgo a finales del s. XVIII. Las oficinas centrales del National Trust for Scotland se hallan en la parte sur de la plaza. El edificio encierra un salón restaurado de la década de 1820 con mobiliario de estilo regencia y una colección de pinturas escocesas del siglo X.

– Plaza de Andrew: Está dominada por la columna acanalada del Monumento a Melville, que recuerda a Henry Dundas, primer vizconde de Melville y el político más poderoso de su tiempo, al que solía hacerse referencia como Enrique IX, rey sin corona de Escocia. La impresionante mansión de estilo palladiano del lado este de la plaza, la Dundas House, se erigió en 1774 para Sir Dundas. Desde 1825  está ocupada por la oficina central del Royal Bank of Scotland. A pocos metros se levanta la Iglesia de St Andrew con una inusual nave ovalada.

– Scott Monument: Está abierto de lunes a sábado de 9 a 18 y los domingos de 10 a 18 desde abril a septiembre; y de lunes a sábado de 9 a 15 y domingos de 10 a 15 de octubre a marzo.  Se encuentra en la mitad oriental de los Princess Street Garden erigida en homenaje al novelista Sir Walter Scott, financiado por suscripción pública en su memoria.

– Old Town: La espina dorsal de la Old Town es la Royal Mille, calle de una milla de longitud que consiguió su apelativo real en el siglo XVI porque el rey la utilizaba para desplazarse entre el castillo y el Palacio. A ambos lados se levantan elegantes edificios y residencias de nobles y las calles que la rodean conservan su caótico trazado medieval. Se divide en cuatro tramos, cuyos nombres revelan sus orígenes históricos: Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate. El Castillo de Edimburgo está en la colina de Castle Rock. Cerca del castillo se haya la Scotch Whisky Heritage Centre, en el que se explica la historia y la elaboración del líquido. Más adelante, el Writer´s Museum expone objetos personales y otras curiosidades de los afamados escritores escoceses Robert Burns, Walter Scott y Robert Louis Stevenson. Continuando por la Royal Mille encontraremos un palacio del siglo XVII, el Palacio de Lady Stair´s y la catedral de St. Giles de estilo gótico.

– A todo esto habría que añadir la infinidad de museos que ofrece Edimburgo, como el Museo de Edimburgo, la Galería Nacional de Escocia, el Museo Real, Museo del Whisky, Museo de los Escritores, Galería Nacional de Retratos de Escocia, Museo de los Niños entre otros. También habría que añadir los imponentes edificios religiosos que pasean por varios lenguajes y periodos arquitectónicos como Rosslyn chapel o catedrla de St. Giles entre las más importantes.

– Un aspecto importante es la movilidad por la ciudad de Edimburgo. La ciudad es bastante pequeña, lo que permite que se pueda ir andando a cualquier sitio, aunque si no desea hacerlo, el servicio de autobuses urbanos es bueno y a precios accesibles, no así el de taxis. Los autobuses funcionan sin obstrucciones algunas de 6 a 24 y después de medianoche es cuando opera el servicio nocturno. Las tarifas van de 0,80 libras a 1 libra y los nocturnos alrededor de 2 libras. Es necesario tener el dinero exacto. También existen una serie de bonos de transporte con tarifas reducidas.  La mayoría de los taxis son negros y se pueden parar por la calle, aunque es mejor hacerlo en una parada. Las tarifas suelen ser bastante elevadas, suelen cobrar 1,80 libras por km recorrido, unas 2,30 libras por milla y lo normal es dejar una propina del 10%.