La iniciativa del Emperador en la Dieta de Worms
Carlos V era hombre que, en última instancia, siempre se movía según su sentido ético de la existencia, de sus propios criterios.Esta iniciativa personal quedó ya patente en episodios como el que tuvo lugar en la Dieta imperial de Worms (1521).
A pesar de las presiones del papa León X para que usara la violencia contra Lutero, Carlos V prefirió primero oírlo personalmente y para ello lo convocó a la misma. El futuro emperador no pensaba por entonces en la violencia para resolver el problema luterano (como sí se hacía desde el Papado), sino en la negociación.