Podemos decir que produjo un período de declive político, de endeudamiento y de dependencia económica que disminuyó considerablemente el poderío luso en el continente y en las colonias.
Portugal se vio envuelto en las controversias europeas y otras distantes, como las de Cataluña, que la corona estaba atravesando siendo arrastrado a conflictos costosos (en término de vidas y recursos financieros y territoriales) Así, sobre todo durante el reinado de Felipe IV de España, las colonias portuguesas fueron siendo sucesivamente atacadas por ingleses y principalmente por holandeses, resultando en grandes pérdidas en África, los portugueses aprovecharon de la unión dinástica con España para violar el Tratado de Tordesillas y extenderse así por territorios americanos que les habrían correspondido a la Corona de Castilla, ya después de la restauración de la independencia el esfuerzo nacional para la manutención de esa misma independencia fue mantenido durante veintiocho años, con lo cual fue posible rechazar las sucesivas tentativas de invasión de los ejércitos de Felipe IV de España y vencerlos en batallas como las de las Líneas de Elvas (1659) Villaviciosa (1665), firmando un tratado de paz definitivo en Lisboa (1668).
Llos territorios obtenidos a costa de Castilla en América no fueron devueltos, invocándose el derecho de Uti possidetis iure, por lo que en definitiva Portugal al término de la unión, resultó más grande territorialmente que en un comienzo, y Portugal pasó a beneficiarse con la caña de azúcar del Brasil.
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