En esta nueva entrada comentaremos las nuevas conquistas durante el reinado de Carlos I, que principalmente se centraron en la zona italiana y en el continente americano. No todo en este periodo fue positivo, sino que en Alemania hubo muchisimos problemas de obedencia por parte de los principes, y tuvo que ceder el poder a su hermano Fernando, creandose así los habsburgo austriacos.
Comenzaremos por la situación italiana, Italia estaba sumida en una gran fragmentación de territorios, esto debilitaba fuertemente su capacidad militar, puesto que tenían que hacer frente a reinos mucho mejor armados. Pese a esta debilidad eran estados muy avanzados culturalmente, pero eso no fue suficiente para que las potencias como España y Francia intentaran dominar los hilos en la zona.
Estalló la guerra, principalmente entre estas dos naciones durante un tercio de siglo desde principios de 1520 hasta la paz de Cateau-Cambrésis en 1559. Hubo distintas fases durante el conficto, pero finalmente se impuso el Imperio Español y logro sumar a su herencia de Cerdeña, Sicilia y Nápoles. El ducado de Milán y el Reino de Saboya, convirtiéndose en la potencia hegemónica de la zona italiana.
Carlos I añadió nuevas zonas a su herencia en la zona de los Países Bajos como fueron Gueldre, Groninga, Overysel, Frisia y Utrecht. Conformando de esta manera definitivamente los Países Bajos.
Durante su reinado se dieron grandes expediciones a América, comandadas por Pizarro o Cortés, que supusieron nuevos territorios para el Imperio y grandes riquezas que permitieron afrontar el elevado coste de las guerras en las que se involucraba Carlos I. Los exploradores españoles se hicieron con los territorios que comprenden la actual México, toda América Central, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y la zona del río de la Plata. Estas adquisiciones fueron administradas por el Consejo de las Indias.
No todo fueron conquistas en estos años, se produjeron conflictos eligiosos en la zona alemana que provocaron que se tuvieran que tolerar a los luteranos. Rompiendose la unidad religiosa del Imperio Alemán. Carlos I cedió sus territorios austriacos a su hermano Fernando, para que de esta manera afianzar su poder a la cabeza del Imperio Germánico. Carlos I quería que su hijo Felipe recuperara dicho cargo de Emperador, pero finalmente no se consiguió su proposito y se dividieron los territorios austriacos de los españoles.
En definitiva durante el reinado de Carlos I se asentaron las bases para que su sucesor Felipe, fuera el monarca español con más territorios bajo su cargo, como veremos en la próxima entrada.