Segundo libro de Albert Espinosa. Me ha gustado mucho. Sobre todo el final, me ha emocionado y me ha hecho recordar incluso la relación con mi padre. Es de los pocos libros que si te preguntan “¿de qué va?” no sabrías qué responder. Sentimientos, traumas de infancia, reencontrarse a uno mismo, etc.
Cada vez me gusta más este autor. Seguiré leyendo libros suyos.