Tranquilito, esperando la hora de comer para irme, a ver a mi chica. No consigo empezar nada de trabajo, porque las cosas que quería hacer no las puedo hacer.
¿Os he dicho alguna vez que no me gusta el invierno? Pues no me gusta. No me gusta el frío. Me gusta sentir el sol sobre mi piel, en verano. Todo es más bonito con sol. Tengo suerte de vivir en una ciudad donde tenemos más de seis meses de calorcito. Pero bueno, ya sólo quedan dos o tres meses de espera. Mientras tanto, seguiremos con la transición del invierno, un espacio de tiempo entre veranos.