Si nos fijamos un poco, en la reja que está subida pone “GRÚA”. Lo que no pudimos descubrir es de qué nos quería informar el dueño de aquel local.
No había ni vado, ni ningún otro cartel que alertara de la posibilidad de que a uno le quitasen el coche por medio de una sustanciosa multa, o a lo mejor es que al dueño le gustaba la palabra grúa y quiso que ahí se viera reflejada en toda su gloriosa magnitud.
Tampoco parecía que hubiese ninguna zona dedicada a carga y descarga, ya que parecía tratarse de un taller de costura de carácter modesto. Aunque seguros estamos de que cuando esa reja baja, una vez cerrado el local, pone: “AVISO A GRÚA”
La lógica desborda el lugar, sin duda.
Le falta el acento en la “u”.
Fecha: 5/12/2013
Dirección: Calle Agost
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