Se calcula que la población morisca a principios del siglo XVII, antes de la expulsión, superaba los 300.000 para toda España, pero no existe ningún censo global. El cálculo está hecho aumentando ligeramente la cifra del embarque de la expulsión que hace referencia el libro “Geografía de la España Morisca”, que contabiliza un total de 275.000 expulsados, y suponiendo que unos 30.000/40.000 no fueron contabilizados, por lo que la cifra global oscilaría entre los 300.000 y los 325.000, ya que otros salieron por los Pirineos y nos fueron contabilizados.
El núcleo más numeroso, más compacto, es el de los moriscos valencianos, habitando unos 150.000, teniendo en cuenta emigraciones constantes. De estos 150.000 sabemos que entre Septiembre de 1609 y Enero de 1610 salieron 117.464, la tercera parte de la población total del Reino de Valencia, siendo una pérdida importante de población, y también marchando mano de obra especializada, sobre todo en agricultura, que era la base de la economía.
En el Reino de Aragón vivían a principios del siglo XVII unos 64.000 moriscos, según el censo del Padre Guadalajara. Era una población concentrada alrededor del río Ebro. Los registros oficiales hablan de una salida de 60.818, la quinta parte de la población total del reino.
En Cataluña, el número era más reducido, la población morisca no sobrepasaba los 5.000 habitantes, concentrados en el delta del Ebro. La proporción de población expulsada es menos que en Valencia y Aragón, por la intervención del obispo de Tortosa, que justificó la cristiandad de casi todos los de sus diócesis. Salieron 3.716.
Para la Corona de Castilla, las cifras más viables las da el profesor Lapeier. En Murcia había 16.000 moriscos de los que salen un total de 13.552. En el Reino de Granada, tras la revuelta de 1570 sólo quedaban 3.000 de los que salen 2.026. Andalucía occidental contaba con unos 30.000 moriscos, de los que salen casi todos, 29.939. En las los Castillas y Extremadura habitaban 45.000 moriscos, saliendo muchos, un total de 44.625. El total no sobrepasaba los 275.000.
Estos moriscos fueron al norte de África. En Orán fueron recibidos con hostilidad, pero los que llegaron a Túnez recibieron un trato más cordial, dándose un rápido asentamiento de unos 80.000 moriscos. Algunos pasaron a Francia y Portugal sin que fuesen contabilizados.