La expulsión de los moriscos, es decir, de la minoría musulmana que vivía en España como legado de la España árabe, constituye uno de los temas capitales de nuestra historia. La tolerancia religiosa que había caracterizado la Edad Media, expresada por el mozarabía y el mudejaría fue sustituida, con el advenimiento de los tiempos modernos, por la tendencia asimiladora de los Reyes Católicos y de los primeros Austria. Al fracasar la asimilación ganó cuerpo la idea de la expulsión, decretada por Felipe III en 1609.
Ahora vamos a recordar una serie de términos que nos pueden inducir en errores:
Morisco: cristiano nuevo que proviene de moro y se ha convertido al catolicismo.
Mudéjar: musulmán que vive en un contexto dominado por los cristiano viejos y que sigue practicando su religión islámica.
Mozárabe: cristiano que vive en un contexto dominado por los musulmanes y se le permite seguir practicando su religión.