El asalto al Congreso acaparó las portadas de los principales periódicos del país. Sin embargo cada redacción dio prioridad a unos aspectos sobre otros. Hemos analizado de manera individual las morfologías de las portadas y hemos realizado una valorización conjunta. Con la exposición del estudio llevado a cabo ha quedado patente que tras la forma de organizar la información en las portadas hay una intencionalidad. Un ejemplo claro lo encontramos en el título, tanto en el tamaño como en el contenido. En el caso de el Diario 16 el título ocupa el 23% de la superficie total de la portada y por contener la palabra “fracaso” y presentarla con una tipografía de gran tamaño, sin embargo en el diario ABC el espacio dedicado al título tan solo corresponde 7,5% y el titular pretende ser neutral: “asalto armado al congreso”. El título de La Vanguardia (15%) guarda cierta similitud con el del ABC: “El Congreso, ocupado y sitiado”, no obstante el de El País (15%) está claramente politizado y muestra su rechazo al golpe de estado: “El País, con la Constitución”. La portada de El País y de La Vanguardia dedican un mayor superficie de la portada al texto: La Vanguardia el 37% y El País el 25%; frente al 10% de el Diario 16 y a la ausencia de texto en la portada del ABC. Las portadas de El País y La Vanguardia tienen por tanto un mayor contenido informativo, mientras que las otras dos búscan llamar la atención del lector con imágenes (en el caso del ABC) y con grandes e impactantes títulos (en el caso de el Diario 16).
Otro elemento fundamental es la imagen. Todas las portadas recogen al menos una fotografía, en el caso de el ABC son dos, ambas de dentro del Congreso, escogidas con la intención de llamar la atención al público mediante la imagen en perjuicio del título. Una de estas fotografías aparece también en las portadas del Diario 16 y de La Vanguardia. Se trata de la imagen del general Tejero en el centro del hemiciclo del Congreso. La edición escogida de El País muestra una fotografía de la entrada del edificio del Congreso de los Diputados. Esta portada apareció la misma tarde del 23 de febrero, a las 21:00 horas, cuando todavía no se disponía de imágenes del interior del edificio. En las portadas de las siguientes ediciones ya aparece también la imagen del General Tejero durante el secuestro del Congreso.
La fotografía hay que entenderla como una herramienta para moldear a las masas e influir en sus ideas y comportamientos. El historiador, por tanto, ha de plantear ante las imágenes las preguntas pertinentes: ¿por qué se ha escogido ese encuadre y no otro? ¿a qué se debe la selección? Vemos que la tarea del historiador ante una portada de prensa escrita es múltiple y que no se trata únicamente de realizar un análisis formal: la información obtenida hay que ponerla en relación bien con otras portadas de otros periódicos para la misma fecha, bien con diferentes portadas del mismo periódico en diferentes fechas pero sobre un mismo acontecimiento. Tal y como hemos podido comprobar las opciones que ofrece el análisis de la prensa escrita son muchas y variadas. Este blog tiene un carácter únicamente aproximativo pero pese a lo reducido de su alcance muestra claramente la gran potencialidad de los análisis de la prensa escrita y su importancia para el estudio de la construcción de los acontecimientos.