La salud del príncipe D. Carlos
El príncipe Don Carlos fue un niño que tuvo una salud muy débil. Su estado de ánimo cambió amenazadora y él fue siempre muy caprichoso. Sufrió psíciquo porque creció sin su madre. Su padre fue fuera de España para muchos años. Y por eso creció sin los dos. A veces el príncipe Don Carlos tuvo grandes rabietas. Además llegaba a autolesionarse. Su constitución física era rechoncho y era persona de baja estatura. Su voz era excepcional penetrante para un hombre. Cuando habló, perdió el hilo y le costa mucho de hilar las frases. Parcialmente pareció confuso, pero daba muestras de lucidez. Tenía un hombro más alto que el otro hombro. Su tórax era hundido. También tenía una pierna más corta que la otra pierna. El príncipe Don Carlos sufrió frecuentemente de fiebres graves. Su estado de salud debe ser la consecuencia del parentesco du su padre y su madre. En el abril del año 1562, Don Carlos se cayó en una escalera. Se produció una herida de la cabeza muy grave. Los médicos no pudieron hacer algo para el príncipe. Por eso empezó a tener miedo. A fin de cuentas, un médico que se llamaba Anderas Vesalius descubrió que el príncipe Don Carlos resultó una trepanación y por eso salvó la vida del príncipe. Aunque la causa fue clara, el estado de salud del príncipe se agravó. Tenía acesos de rabia frecuentemente. Don Carlos empezó a comer mucho. Esta costumbre se despedió en un trastorno en los hábitos alimentarios. El príncipe se volvió en una persona que tenía ataques de hambre que finalizó en glotonería.